Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Las probabilidades son buenas si su hijo es un consumidor casual de éxtasi, no llegarán a ser adictos físicamente hablando. La droga aparenta tener un sistema integrado para rechazar la adicción. Si se usa a menudo o en dosis lo suficientemente altas la droga simplemente deja de funcionar: mientras que los agradables efectos se desvanecen, los efectos negativos resaltan bruscamente.

         Estos hechos pueden darnos la explicación del porqué muy pocos adolescentes y adultos que usan éxtasi podrían ser considerados consumidores crónicos. La gran mayoría de la gente son jóvenes inmaduros que usan el éxtasi sin mucha frecuencia, rara vez más de dos o tres veces al mes.

         Sin embargo, el éxtasi es psicológicamente adictivo, muchos jóvenes admiten que sufren antojos por la euforia, serenidad y sentido de conexión que se experimenta bajo sus influencias. Además, sabemos por las investigaciones que aún los consumidores casuales de éxtasi pueden sufrir cambios a la estructura y función cerebral. También sabemos que cuando el éxtasi es combinado con otras drogas como lo hacen los adolescentes, el daño a la salud física y psicológica puede ser profundamente prolongado.

         Aarón de dieciocho años comenta: “si su hijo está fuera del hogar toda la noche, gastando grandes sumas de dinero, usa ropa de colores brillantes, usa chupones y actúa infantilmente, usted sabe, usa el lenguaje callejero de ‘oye, que chido carnal, que súper’, mientras que parece solamente estar flotando en una nube, entonces usted debe saber que algo está mal.”

         Una encuesta conducida en el año 2002 por la Sociedad para una América Libre de Drogas (PDFA) muestra que mientras el 12% de los jóvenes en los Estados Unidos dicen haber probado el éxtasi por lo menos una vez. Sólo el 1% de los padres creen que sus hijos han probado esta droga.

         Los padres son más propensos a platicar con sus hijos acerca del alcohol, marihuana, cocaína e inhalantes. De hecho, sólo el 29% de los padres en tal encuesta confirmaron haber hablado con sus hijos acerca del éxtasi; el 8% de los padres nunca habían oído acerca de esta droga; el 49% no tenia claros los efectos del éxtasi y el 60% desconocía el contenido de la droga.

         Los padres deben estar en búsqueda de las siguientes señales y síntomas especialmente asociados con el uso del éxtasi:

• Tensión muscular
• Tensión en la quijada
• Manos entre cruzadas y tensionadas
• Calambres musculares
• Quijada adolorida
• Apretamiento involuntario de la quijada
• Moler los dientes
• Lesiones en la boca y lengua por moler los dientes o por morderse en el interior de la boca
• Escalofríos
• Sudor
• Deshidratación
• Desmayos
• Rozaduras en la piel similares al acné
• Cruda
• Dolores de cabeza
• Mareos, vómito o náuseas
• Consumo excesivo de agua
• Muestras raras o excesivas de afecto
• Raro o repentino agotamiento
• Depresión
• Pérdida de memoria
• Salidas frecuentes a fiestas nocturnas sin alcohol
• Posesión de cosas que acompañan al éxtasi: chupones, paletas de dulce, collares de dulce, cremas de menta, ositos de peluche, alas de ángel, objetos que brillan en la oscuridad y juguetes para niños