Por: Ing. Gilberto Sánchez

Entre los efectos negativos de la adicción a los videojuegos está la agresividad, es decir, los niños adictos son más agresivos y hay una serie de trastornos en su conducta, hay más fracaso escolar y se ensimisman más. El mundo desaparece para ellos así como su familia y sus amigos; se meten exclusivamente con los videojuegos. Obviamente, esto empieza a afectarlos, primeramente en su carácter: se vuelven más agresivos y más violentos.

         De hecho, los niños más violentos buscan más los juegos violentos y no solamente eso, sino que esa adicción los lleva al fracaso escolar; es normal o lógico que si el niño en lugar de hacer su tarea, de prepararse bien y de leer bien, empieza a perder el tiempo en los videojuegos va a dejar de cumplir con su responsabilidad o va a hacer mal sus deberes, simplemente por cumplir, por la prisa de seguir jugando.

         Es importante destacar que el uso de los videojuegos no representa en sí mismo una amenaza, realmente el punto aquí es que depende del uso, del control que se ejerza sobre ellos. Yo puedo tener un juego muy violento, pero si yo no permito que se vea, que se juegue, pues definitivamente no va tener ninguna influencia sobre mí o sobre mis hijos. El problema no es el videojuego, el problema es el uso y el control que se le está dando al videojuego.

         Aquí es donde nosotros, como padres, tenemos que entrar; no podemos simplemente decir: “bueno, son niños y están aprendiendo”. Sí, si están aprendiendo pero de una manera incorrecta, no es la mejor manera de educar a nuestros hijos, tenemos que ser muy serios a la hora de ver qué tipo de videojuegos están jugando nuestros hijos.

         Es cierto, sería algo muy difícil decirle al niño que no juegue videojuegos porque él va a ir la escuela y ahí va a encontrar muchos compañeros que hablan del tema, hablan del juego de video de moda, platican de qué se trata el juego, etc., y el niño se puede sentir en un momento como aislado.

         Nosotros como padres si vemos que hay algún juego que realmente no tienen ninguna utilidad, que no les es de provecho, pues tenemos todo el derecho de decirle a nuestros hijos que no y comprarles algo más acorde a su capacidad, más acorde a su necesidad y más acorde a su madurez.

         Si usted recuerda el programa pasado hablamos de las clasificaciones que se dan a los diferentes tipos de videojuegos. Ya los videojuegos están siendo regulados por un organismo creado por los mismos videojuegos, en el cual se le da una clasificación a cada juego. De esta manera usted, a la hora de estar en la tienda para comprarlo, puede leer el tipo de clasificación que tiene y con esa clasificación viene una serie de instrucciones en donde le explican qué tipo de material contiene, incluyendo la edad apropiada para jugarlo.

         Es decir, existe material que puede hablar de violencia, hay material que puede ser apto para niños y que no ofenda a los padres; así usted puede, en base a esa clasificación, determinar si el juego es bueno para comprarlo. Pero aún cuando usted lo compre basado en la clasificación, es muy importante que lo revise en casa, porque los valores morales están muy sujetos al criterio de las personas; lo que para uno puede ser algo normal, para otro puede ser algo muy violento.

         Entonces, no está de más que usted se siente con su hijo a revisar hasta donde hay una utilidad en el juego, si realmente no es un juego peligroso. Las adicciones no se centran propiamente en el videojuego, sino realmente en una forma descontrolada y abusiva de jugarlo.