Por: Ing. Gilberto Sánchez
¡Qué terrible es, entonces, catalogarlos como personas que no ofrecen nada a la sociedad! Eso realmente es muy cruel para los ancianos, los hace sentir mal, se sienten menospreciados y rechazados, o piensan que son un estorbo. Esto es algo que les da mucho temor a los ancianos; en muchas entrevistas e investigaciones los ancianos dicen que les da mucho miedo convertirse en carga de alguien, que quisieran valerse por sí mismos hasta el final. Lamentablemente, muchas veces no se puede y eso les da mucho miedo.
Vemos entonces que hay diferentes tipos de maltratos: el simple hecho de que usted no visite a sus padres por algún motivo hace que los maltrate, haciéndolos sentir solos, abandonados, como que no interesan o importan. Los mayores sienten que trabajaron en vano, que fallaron en algo porque no entienden el porqué los hijos no se acercan, por qué no pueden ver a los nietos, etc.
Todo este tipo de maltrato es algo que se va legalizando con el paso de los años; de hecho, en México hay estados en los que se empieza a tipificar este tipo de situaciones, empieza a haber sanciones por incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar. Es necesario entonces que se den los mecanismos para aplicar la ley como es debido; esto quiere decir que los ancianos son importantes.
La Organización de las Naciones Unidas está considerando a los ancianos como personas importantes de atender y de cuidar. Según los estudios y las estadísticas, en los próximos años el número de ancianos va a crecer de manera acelerada a nivel mundial. Lo que se busca es crear una conciencia social hacia el bienestar de los ancianos, para que se les brinde todo el apoyo y dirección necesarios para que tengan una vida digna y puedan ser de provecho el día de mañana.
Entonces esto no es cosa pequeña; de hecho, ya se pueden hacer denuncias penales cuando alguien se da cuenta que a un anciano se le está maltratando con golpes o gritos, que no se le atiende, que se le tiene abandonado o que no se le da de comer. Tengamos mucho cuidado con esto.
El cuidado del anciano es algo que no debería salir a fuerzas, sino que debería salir de un corazón agradecido por lo que los padres hicieron por él, de un corazón que respeta a aquellos que velaron por su vida. Es decir, de una memoria que no olvida, que entiende que fue ayudado por sus padres para salir adelante en su vida. |