El adulto mayor en la familia II

 

ˇPonga un alto al resentimiento!
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Definitivamente, cuando una persona es agredida el que tiene la responsabilidad es el agresor. Es normal que podamos sentir un dolor si alguien nos insulta, nos hace menos, no nos toma en cuenta o nos quita algo; es muy normal sentir eso, es parte de nuestro ser.

Sólo que no debe dejar que ese sentimiento le gane y empiece a gobernar sus intenciones y sus actos. ¡No deje que esos sentimientos le lleven a responder mal por mal y a agredir a otros! No responda con agresión a aquella persona que no la ha agredido.

Sí, es importante aclarar las diferencias o las situaciones que estén causando separación. Se pueden hablar todas las cosas dentro de un ambiente de tolerancia, de razón, de prudencia; pero no deje que finalmente esos sentimientos lo lleguen a gobernar, de tal manera que sienta un odio y un rechazo completo hacia sus familiares. Finalmente, ellos son su familia, son aquellos que usted mismo engendró y concibió. ¡Qué triste es que terminen enemistados!

Que de su parte no exista un rechazo hacia ellos, que no exista ese resentimiento, que no exista esa actitud hacia sus seres queridos; pues ellos son sangre de su sangre, carne de su carne, hueso de su hueso. Aprenda a perdonarlos, aprenda a pasar por alto eso, porque de lo contrario usted mismo empezará a emproblemarse en su propia vida.

La amargura, esa falta de perdón, está siendo estudiada por la ciencia médica que argumenta que es una de las causas que puede generar infartos o ataques cardiacos. Aún por su propia salud y bienestar, ¡perdone a aquellos que lo han estado abandonando!

Es cierto que es triste estar solo, que ya no se le considere, que ya no se le tome en cuenta, que no se le hable por teléfono siquiera. Claro que esas son situaciones nada agradables, pero responder mal por mal no va a resolver las cosas, al contrario, las cosas se van a poner más difíciles. Usted no se va a sentir bien de responder mal por mal y eso le va a agravar mucho su tristeza. Si usted ya tiene tristezas profundas y prolongadas, si usted está sufriendo depresión el no perdonar puede llevarlo a acelerar ese proceso, lo puede llevar a que entre de lleno en depresión porque ya no hay motivos para vivir.

Entonces el primer consejo para que usted pueda seguir disfrutando su vida es perdonar a todos aquellos que lo han abandonado; perdone a todas aquellas personas que lo han menospreciado, ya sean amigos, familiares, conocidos. Tenga siempre una actitud de perdón, un corazón bondadoso que no busque la venganza ni desquitarse, porque aunque logre desquitarse y vuelque todo su enojo y molestia sobre las personas, no va a lograr nada.

Si alguna vez alguien se atreve a visitarlo y usted lo recibe así, ¡créamelo! esa persona no va a regresar. Pero si usted perdona y pasa por alto las ofensas usted puede recibir a la gente con gusto y agradecerles que lo hayan visitado, atenderlos como bien, hacer de ese momento uno muy agradable donde se pueda restablecer la comunicación.

Usted puede mostrar su necesidad, incluso puede conocer las necesidades de la otra persona porque ser de la tercera edad no quiere decir que esté totalmente deshabilitado, todavía puede hacer muchas cosas. El punto es que no se deje abatir, que no se deje llevar por los sentimientos y que se levante y siga viviendo su vida conforme a su capacidad, conforme a lo que usted pueda hacer. Evite a toda costa aislarse, evite esos sentimientos que le llevan a una vida peor.
ˇAproveche a su familia!
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©