La educación integral de los hijos

 

Una educación integral
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Hace tiempo escuchaba una ilustración de algo que ocurrió en una escuela en México. En una ocasión, el personal docente llamó a los padres para informarles acerca de los propósitos que tenían con la educación de sus hijos. La escuela tenía amplios proyectos y deseos de que las cosas fueran diferentes.

La persona que exponía la presentación en aquella ocasión tomó una hoja de papel en blanco y repartió una a cada uno de los padres que estaban en aquella ocasión. Ya que cada persona tenía la hoja, les pidió que arrugaran y estrujaran la hoja en sus manos y la dejaran como una pequeña bolita, dentro de sus manos.

Ya que todos la hubieron comprimido les dijo: “Ahora quisiera que todos me la devolvieran tal como se las di.” Evidentemente usted y yo comprendemos que esa tarea es imposible, aunque planche la hoja y la aplane es imposible que pueda dejarla totalmente sin arrugas

Quisiera que meditara en esa ilustración, porque nuestros hijos son como esa hoja de papel. Mencioné esa ilustración para que veamos algo importante: nuestros hijos nos son entregados así, como una hoja en blanco muy útil y provechosa, tiene un uso noble.

Así son los hijos, nuestros hijos son entregados sin mancha y sin arruga. El propósito es que nosotros podamos usarlos de manera conveniente, que podamos hacer con ellos algo provechoso y productivo. Si usted razona un poco, un papel arrugado de esa manera para poco es provechoso.

Al educar, como en muchas otras áreas del desarrollo de la persona, es necesario entender que todos los seres humanos estamos formados por tres partes. Una es la parte corporal a la que es necesario atender, considerando su correcto desarrollo para que crezca, se fortalezca y no se enferme.

Otra área es la parte de las emociones, donde ejercemos la voluntad, donde conocemos lo que es bueno y es malo y decidimos entre una cosa y otra. Finalmente, hay un área espiritual que, sin entrar en religiosidad o misticismo, es real, el ser humano necesita cultivar esa parte interior también. Si entendemos a nuestros hijos de esa manera podremos educarlos en las tres áreas para que su formación sea integral y completa.

Nos estamos referimos a que si lo llevamos a una escuela donde los valores sean dudosos, donde los aspectos académicos no estén acordes con los programas pedagógicos más recientes, o donde no se desarrolle todo su potencial físico, no les estaremos dando una educación integral sino una deficiente y esto traerá consecuencias en su futuro.

De manera que los padres somos mayormente responsables de todas estas áreas; a veces, y no con el éxito que se desea, se deja la responsabilidad casi total a la escuela a donde enviamos a nuestros hijos. Pero la verdad es que los padres somos responsables en todas las áreas de la educación de los hijos y de supervisar que ésta se lleve a cabo de manera eficiente.

¿Cuál es el objetivo de la educación?
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©