Por: Lic. José Eduardo Alvarado

No todas las actividades tienen las mismas condiciones en el deterioro físico y psicosocial de las personas. Hay una marcada relación entre algunos tipos de profesiones y el grado de estrés, por ejemplo:

• Trabajo apresurado: obreros en líneas de producción mecanizadas, cirujanos, artesanos, etc.

• Peligro constante: policías, mineros, soldados, bomberos, alpinistas, buzos, paracaidistas, boxeadores, toreros, etc.

• Riesgo vital: personal de aeronavegación civil y militares, choferes urbanos y de transporte foráneo, etc.

• Alta responsabilidad: rectores, médicos, políticos, etc.

• Riesgo económico: gerentes, contadores, agentes de bolsa de valores, ejecutivos financieros, etc.

El problema es que se está tratando de curar el estrés con métodos paliativos, no se está considerando el problema de raíz. Los médicos cuando trabajan en grandes corporaciones, saben que cuando no hay una atención adecuada pueden hacer muy poco en la atención conveniente del padecimiento del trabajador.

El problema es grave porque los empleadores sí atienden el problema individual pero rechazan la posibilidad de cambios para mejorar las condiciones en el lugar de trabajo. Es decir, la persona considera que modificar el medio ambiente, el espacio laboral, la vestimenta o las herramientas de trabajo, es algo que escapa de los presupuestos o las políticas financieras que la empresa ha considerado.

En ese sentido, ellos no están dispuestos a considerar un trabajo serio el mejorar las condiciones del lugar de trabajo. En muchos casos las razones son económicas y de producción.