El valor permanente de la familia

 

Causas del derrumbe de la familia
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Con todo esto en mente nos preguntamos ¿por qué entonces en nuestro país, y en muchos otros, el divorcio y las familias desintegradas son cada vez un fenómeno más frecuente?

Existen varias causas, pero por cuestión de tiempo solo enumeraré las que considero más importantes para que juntos encontremos soluciones permanentes. Considero que cada uno de nosotros valoramos a nuestra familia como algo muy importante, de otra forma el origen de este programa, no tendría objeto.

Autoritarismo patriarcal (machismo): este fenómeno ocurre mayormente en países latinoamericanos, especialmente en México. La idea del autoritarismo patriarcal es que la mujer y los hijos existen como una especie de propiedad del hombre para ser explotados a su arbitrio. En este sentido, la mujer y los hijos son como muebles que pueden ser tratados como esclavos y a expensas del ánimo del padre.

Liberación femenina: como una reacción al movimiento anterior, surge un movimiento que es igualmente pernicioso para la familia: la liberación femenina. Es interesante observar que en un principio este movimiento tenía demandas justas, pero en este momento ha derivado en sólo una pugna que no beneficia a nadie, mucho menos a la mujer, ya que ellas llegaron a pensar que si el macho infiel tiene varias mujeres, entonces ellas también tienen “derecho” a la promiscuidad sexual.

Otro error de la liberación femenina, fue el concepto de “equidad del trabajo”, la idea es que si el hombre puede trabajar fuera de casa, la mujer también tiene el derecho de trabajar fuera de casa. (Ídem) ¿Qué pasa en la familia cuando esto acontece? Un caos: divorcios, desintegración, maltrato a los hijos, etc.

Veamos estas estadísticas aterradoras para la familia:

Año

% de mujeres casadas que trabajan

1890

5

1914

17

1947

20

1950

25

1960

32.5

1980

48

1990

67

En México, según datos del INEGI, en 1999 el 68.4% de las madres de familia trabajaban para sostener su casa. Los resultados de esto es: desastre en la familia.

Anticonceptivos: los sociólogos actuales afirman que el uso de anticonceptivos ha sido un factor de cambio en la estructura de la familia. (Ídem)

Falta de entendimiento sobre la sexualidad: a pesar de millones de dólares anuales gastados en educación sexual en países como México, se calcula que en el año 2000 hubo más de 600,000 nacimientos de madres adolescentes. (Ídem/INEGI) El resultado es: hijos = tragedia.

La función que pretendemos asignar a la escuela en nuestra sociedad: en buena medida, el problema nuestro como padres tiene que ver con la transferencia de la responsabilidad de educar a nuestros hijos a  la escuela. Esa transferencia la autorizamos nosotros.

Esto ya se ha revertido en múltiples ocasiones, ya que la educación de los hijos corresponde tradicionalmente a los padres y la escuela sólo juega un papel de apoyo para la adquisición de conocimientos necesarios para el desarrollo de los niños o jóvenes. Los niños son educados más que por un libro, por el ejemplo de sus maestros y compañeros de clase.

El concepto equivocado de éxito: se asocia con la adquisición de dinero. Esto incluyendo los estándares occidentales americanizados de belleza exterior: ser atractivo, güero, esbelto, macho, musculoso, sin importar qué se tenga en la cabeza o en el corazón. Todo es superficial y aparente y resulta en una vida individualista y narcisista.

No debemos olvidar otros factores determinantes para la desvinculación de la familia, como son: la televisión, el alcohol, las drogas, los medios de comunicación, etc.

La familia, una especie en peligro de extinción
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