Cómo formar los hábitos y el carácter en los hijos

 

Introducción
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

¡Qué tal! Reciban un cordial y afectuoso saludo de todas las personas que trabajamos en Esperanza para la Familia, la asociación que siempre se preocupa por usted y por su familia y pretender darles herramientas útiles para mejorar la convivencia entre los miembros de la familia.

Para nadie es extraño que el día de hoy haya problemas en las familias, el problema es que se asumen como cosa normal. En realidad, la familia deberían ser un ejemplo para los demás, de manera que cuando las personas la vean y puedan decir: “¡qué bueno que existe la familia!”

El día de hoy quiero tratar un tema que en apariencia no llama mucho la atención, ni causa mucho impacto; sin embargo, es un tema muy importante y es trascendente para el desarrollo de la familia, para que ésta pueda un verdadero ejemplo. Me refiero al tema de los hábitos y su importancia en la familia.

Quisiera empezar mencionando una cita de un presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Franklin D. Roosevelt. Él decía: “Educar la mente de una persona sin formarla moralmente, es educar una amenaza para la sociedad.”

La idea de este pensamiento es que cuando nos preocupamos sólo en educar la mente de nuestros hijos, en buscar su éxito académico, que tengan licenciaturas, maestrías o doctorados, y no nos ocupamos de darles principios morales sólidos en casa, tendrá repercusiones graves en la vida de nuestros hijos.

Si no educamos de manera conveniente, proponiendo también en el aspecto moral un sustento importante; entonces nuestros hijos cuando, en su etapa adulta, tengan que enfrentar retos lejos del hogar, no podrán hacerles frente de manera conveniente, no podrán ser realmente felices, ni serán útiles, en todo el sentido de la palabra, a la sociedad ni a su familia.

Siembra hábitos y cosecharás carácter
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