Cómo formar los hábitos y el carácter en los hijos

 

La formación sólida dentro del hogar
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Necesitamos brindarles una formación sólida; esto quiere decir que debemos reforzar las conductas que son aceptables cuando sus decisiones son buenas, ya que entre más se afirmen de parte nuestra, menos influenciables serán hacia el mundo que les rodea. Ellos podrán decidir con mucha más firmeza, podrán decidir lo bueno más fácilmente que si no se hubieran reforzado las buenas conductas de nuestra parte.

Debemos darles la oportunidad de que ellos mismos solucionen sus problemas e inquietudes -de acuerdo a su edad-, dándoles nosotros los planteamientos o las razones adecuadas, las cuales ellos deben analizar para tomar una decisión. El padre debe vigilar que ésta se cumpla.

Por ejemplo, cuando un hermano ha tenido una diferencia con otro que lo lleva a distanciarse, podemos explicarle que las personas pensamos diferente. De esta forma sería un buen principio para empezar a razonar con él, lo que lo llevará a tomar una decisión de restaurar la relación. Cuando el hijo entienda lo que debe hacer, debemos vigilar que se lleve a cabo. Esto fortalecerá el carácter.

Evitar la lectura de literatura sin sentido, debemos buscar libros que les ayuden a razonar o a pensar, pueden ser libros biográficos que les den buenos ejemplos.

Debemos evitar la observación desmedida de programas de televisión. Un niño que observa televisión rutinariamente, antes de salir de la primaria ya fue testigo de 8000 asesinatos y recordemos que un niño actúa por lo que ve, sobre todo cuando es pequeño. Inclusive cuando es adolescente todavía no tiene la capacidad total de discernir entre lo real y lo irreal.

También evitar el uso de videojuegos y otras actividades que no requieren esfuerzo mental. Esto fomenta la pasividad en nuestros hijos y no les invita a razonar de manera conveniente. Aún cuando los juegos sean sólo imágenes no les ayudan a razonar, sino que producen un retraso en su capacidad mental.

No quiero decir que se vaya a volver una persona que no razone, pero si va a impedirle de manera muy importante el que pueda razonar utilizando todo ese potencial y esa capacidad que tiene.

Debemos enseñar a nuestros hijos a hacer con gusto sus tareas diarias, a luchar con entusiasmo contra la rutina, a vencer las dificultades y a ser felices con lo que son y tienen. Si usted analiza todo esto se dará cuenta que hay muchas cosas que tenemos que corregir.
El hábito del estudio
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