Cómo formar los hábitos y el carácter en los hijos

 

¡Por una generación con valores!
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Si usted sólo escucha lo que hemos platicado hasta este momento pero deja las cosas así como están, no habrá una buena consecución. Si usted sólo toma algunas medidas, tal vez eso ayude, pero no va a tener el efecto deseado.

Si de veras queremos formar hábitos que puedan ayudar a nuestros hijos, a formar valores y a tener hijos con un carácter aprobado, debemos entender que ellos tienen conductas que son inapropiadas y los padres debemos corregirlas.

Si los padres asumimos nuestra responsabilidad y elegimos establecer hábitos, evaluemos las condiciones actuales y resolvamos corregir y llevar a cabo los cambios necesarios. De otra forma cosecharemos las consecuencias y toda nuestra familia las pagará.

¿Habrá que hacer sacrificios? Sí. Aunque pensemos que es pérdida de tiempo el enseñar a nuestros hijos, o creamos que hay cosas más importantes qué realizar, es necesario que los padres nos esforcemos. Esto implica cansancio, pues es más fácil dejar a los niños que hagan lo que sea que tratar con ellos, razonar, argumentar, corregir e instruirlos.

El labrador, para ver el fruto, requiere trabajar. No puede esperarse una buena cosecha si no se ha trabajado de manera conveniente. Es importante entender que, a la manera que ocurre en cualquier empresa, si no hay un compromiso del líder no se puede alcanzar el objetivo y la meta.

En el caso de nuestras familias, el líder es el padre, quien debe asumir el compromiso y la visión para que los demás se adhieran al gran proyecto: la formación de los hábitos. Si el padre se compromete, de manera natural los hijos se comprometerán y se podrá lograr la formación de hábitos y valores.

Para educar mejor a nuestros hijos se requiere formarles buenos hábitos, esto es, la repetición de actos buenos que llevan a la persona a comportarse de manera estable.

Los padres deben ayudar a sus hijos a establecer los horarios y los programas para que se puedan concretar las actividades que llevarán a conseguir los hábitos. Para estudiar mejor se requiere de un lugar adecuado y algo muy importante, al educar a nuestros hijos en hábitos, formamos personas responsables e independientes.

Sembremos, pues, hábitos en nuestros hijos para cosechar jóvenes y adultos con valores morales, que enfrenten con carácter, en el medio en que se desenvuelven, los tiempos difíciles que se avecinan y puedan ser aprobados. El formar hábitos es la gran base para nuestros hijos. Cosecharemos a la larga lo que ahora estamos sembrando. Usted al final verá el fruto y créame, será grande, será algo que lo llenará de orgullo.

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