El Bullying

 

Una responsabilidad compartida
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Conozco el caso de un niño que estaba en secundaria, quien un día le dijo a su mamá: “mamá, me va a llegar un reporte de indisciplina”, al preguntarle el porqué, respondió: “porque me porté mal, lo que pasa es que siempre me están diciendo cosas, me ponen apodos, me insultan y me tiran la comida al piso; entonces yo me porto mal y la maestra me saca del salón.”

Cuando la maestra lo sacaba del salón y lo llevaba a la dirección, él se ponía a estudiar, pues encontraba ahí un ambiente más apacible y alejado de sus agresores.

La mamá escuchó eso y no lo consideró correcto, pero el niño lo hacía para huir de sus agresores, ya que ellos le estaban afectando mucho y siguió haciéndolo porque creía que le estaba beneficiando. Pero se estaba ganando una serie de reportes, que después provocaron otro problema y la mamá fue a hablar con la maestra.

Hay otros testimonios muy tristes de padres que, al ver la situación de sus hijos, fueron a hablar con los maestros y le dijeron que tal persona agredía a sus hijos. A la hora de querer arreglar la situación, se dieron cuento que el muchacho agresor tenía otros tres hermanos y, como era escuela de paga, les respondieron: “señores, discúlpenme, pero ellos nos pagan por cuatro mensualidades, ustedes nos pagan por una; no podemos hacer nada”.

Nosotros, los padres debemos tener mucho cuidado, pues ésta es una situación que está generando muchos problemas en las escuelas. Las escuelas también deben tener cuidado e implementar medidas para controlar este problema, que hace que se pierda la armonía escolar.

No se van a dar buenas relaciones entre los compañeros, se van a crear ambientes muy tensos que pueden hacer que las cosas se pongan peor en la escuela, se va a notar un bajo rendimiento escolar en las víctimas; todo esto repercutirá en la reputación e imagen de la institución académica.
Maltrato físico, verbal y social
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