El sexo seguro: Un slogan fraudulento

 

Un valor “pasado de moda”
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Es tiempo de hablar y de pensar en un valor pasado de moda, llamado castidad o abstinencia. Hoy en día, apreciado joven, la virtud es una necesidad, hoy en día tú no puedes encargarle tu vida a otras personas. No puedes decir: “bueno, ya lo vi en la tele, ya mi maestro ateo que fuma marihuana me ha hablado del sexo seguro”, y hacer responsables a ellos de tus acciones.

Tú eres responsable de tus propias acciones y, ante tantos riesgos, necesitas la virtud. Necesitas tomar la decisión de vivir diferente a las demás personas y cuando esa decisión es por lo bueno y no por lo malo, es virtud. Yo estoy seguro que en el corazón están los sentimientos, pero la cabeza está por arriba del corazón y en la cabeza está el cerebro; el cerebro es quien debe tomar las decisiones sobre lo bueno y lo malo. El cerebro que tiene información correcta tiene posibilidades para tomar decisiones correctas.

Hay un texto en el Nuevo Testamento, en Gálatas 6:7 que dice lo siguiente: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”

La palabra de Dios nos habla de que lo que hagamos en nuestra vida finalmente repercutirá en nuestra propia vida para bien o para mal. Yo no puedo ser irresponsable y querer tener relaciones sexuales con quien se me antoje, al cabo existe el “sexo seguro”. Eso es falso, ya dijimos que el preservativo no lo garantiza.

Pero también existe Dios. Dios nos ha creado, nos ha formado, nos ha dado vida y existimos como seres humanos por él. Dios ha puesto reglas y leyes, por ejemplo, nos dio la ley de la gravedad. ¿Quién inventó la ley de la gravedad? Dios fue quien la hizo, Isaac Newton la descubrió.

Yo no puedo ignorar la ley de la gravedad, puedo caminar en la azotea de mi casa pero si doy un paso más voy a tener graves problemas, me voy a caer, y si la caída es de varios metros me voy a fracturar y me puedo matar por ignorar una ley que Dios puso.

El cuerpo nos lo dio Dios, y nos lo dio con ciertas capacidades y con ciertas reglas también. Una de esas reglas es que el cuerpo no es para andar teniendo relaciones sexuales con quien sea y en el momento en que se desee; el tiempo para tener relaciones sexuales es el matrimonio. Además, debe haber fidelidad entre el hombre y la mujer, si yo ignoro estas cosas y hago lo que se me antoje, va a haber repercusiones en mi vida y habrá problemas en muchos sentidos.

Démosle su lugar a Dios, démosle su lugar a la conciencia, démosle su lugar a la recta forma de vivir. Amado joven, hoy en día la virtud es una necesidad. ¡No dejes que te engañen!

Introducción
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©