La viudez
Cómo superar el duelo
 

La muerte nos sorprende
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Quisiera comenzar con una pequeña reflexión acerca de la muerte. Por lo general las personas, cuando vivimos en este mundo, no pensamos en la muerte. Sin embargo, la muerte es parte de la vida misma, es una realidad.

La muerte es el término de la vida en este mundo, y es algo que todos tenemos en nuestra conciencia: todos sabemos que un día vamos a morir. Pero no es algo en lo cual nosotros estemos meditando todos los días.

Las actividades de la vida misma, las diversiones, los juegos, el trabajo, las responsabilidades, hacen que nos ocupemos en tantas cosas que finalmente, la muerte pasa a un segundo término.
 
Quizás solamente aquellas personas que tienen alguna enfermedad que los ha estado afectando y que van y vienen a los hospitales, pueden meditar de una manera más profunda acerca de la muerte.

Ocurre pues, que de pronto algún familiar muere.

En ocasiones, esto ya se esperaba pues la persona estaba muy grave en el hospital y los médicos habían anticipado su diagnóstico.

Por otro lado encontramos las muertes de personas fuertes y jóvenes, quiero decir, saludables. Cuando esto ocurre, sus allegados son muy impactados, es sorprenderte.
 
Recuerdo en una ocasión, en un funeral, un hombre sufrió la muerte de su madre. El día que falleció la mujer, una señora grande de edad, entró el hijo a verla en su féretro. Él había estado enemistado con ella por muchos años.

Cuando el hijo se acercó, empezó a golpear el féretro con su palma abierta y gritaba “madre, madrecita santa, por favor háblame.” Las personas que estaban ahí sintieron una gran compasión porque veían lo que la conciencia de este hijo le acusaba por la enemistad que había tenido con su madre.

El hijo se dio cuenta de que había desperdiciado muchos años para haber fomentado el amor con su madre, para haberla honrado, obedecido, para haberla servido.

Ahora con su partida no había ya remedio para poder reestablecer una plática para compensar toda esa ausencia de tantos años. ¡Cuánto dolor y frustración se presentó en el hijo!

Así es la muerte, llega cuando menos se espera. Y aunque todos sabemos que vamos a morir un día, nadie estamos preparados para su llegada.

Conociendo la muerte
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