La viudez
Cómo superar el duelo
 

Consejos para la viudez
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Si usted ha perdido a su cónyuge, yo le invito a buscar la unidad familiar, busque juntar a sus hijos para que juntos den gracias por los momentos vividos con esa persona que ya falleció.

Si usted es madre y se ha quedado sola al frente de sus hijos pequeños, no desmaye, la vida no ha terminado para usted, quien puede enfrentar la vida y salir adelante.

Entendamos que somos muy frágiles, nuestra vida se puede acabar en cualquier momento. Por lo tanto, hagamos a un lado toda idea de que todo lo podemos. Todos los seres humanos necesitamos el apoyo de otros y sobre todo cuando fallece un familiar.

Muchas personas buscan apoyo en su familia y lo encuentran porque acuden a esa institución en donde pueden encontrar a personas que las comprenden.

Pero si la relación en familia no es muy placentera y lo que se encuentra es rechazo, pues meditemos ahora cuán importante es fomentar y fortalecer los lazos familiares.

No se vaya a los vicios. Muchas personas cuando sufren la muerte de un cónyuge o un hijo, se entregan al alcohol o a la droga. Es verdad que la muerte trae sentimientos muy contrarios, tristezas muy profundas, desánimos, dolor; pero usted debe aprender a no verse a sí mismo, aprenda a ver a los demás que necesitan ayuda para amarlos y servirlos.

Recuerdo una conocida conversación entre un hombre y Dios: Ese hombre era un adulto mayor y había perdido a su esposa. Dios le había permitido convivir con ella por más de cuarenta años en los cuales lograron tener un matrimonio largo y fructífero.

A lo largo de esa vida pudieron fomentar su amor, fueron grandes amigos, se amaron entrañablemente, se apoyaban en todo. Un día la mujer muere y él tuvo mucho dolor y aflicción; él narra cómo se sintió tan mal que incluso le preguntaba a Dios “¿por qué me siento tan mal?” Dios en su conversación le decía “¿Por qué estás tan triste, acaso no consideras que ella está conmigo?” Él hombre, luego de considerar esa respuesta, contestó: “es cierto, mi esposa está con Dios, ahora está en un lugar mucho mejor.”

No se lamente de sus problemas, enfréntelos.Cuántas veces al perder un niño, un hijo pequeño, los padres caen en esa situación de depresión, de molestia, de rencor, de amargura. Yo no niego que esto sea algo fácil, pero piense en él, en el niño. Si él tenía una enfermedad muy terrible, pues ya no está sufriendo y hoy se puede encontrar en un lugar mucho mejor.

Si has perdido a un hijo pero aún tienes más, es una bendición para ellos que tú puedas darles amor. Y si perdiste el único hijo que tenías, puedes ver la vida hacia futuro, sabiendo que puedes tener más hijos.

Y si quizás perdiste tu única oportunidad de tener hijos, aún tienes a tu cónyuge y pueden juntos adoptar a un niño. Finalmente se trata de cómo veas la vida, es bueno que no te ensimismes, sino que busques el amar y servir a otros.

Muchos problemas surgen cuando la persona se ensimisma. Por ello es necesario encontrar consuelo. Esto es un punto muy importante y recomendable para la viudez. Abordaremos este tema a continuación.

En busca de consolación
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