Por: Lic. José Eduardo Alvarado

La familia es nuestra preocupación más importante, pues es precisamente en ella donde deben corregirse todas las deficiencias que existen en nuestros hijos y en nosotros mismos. Por tal motivo, deseamos que usted reciba algo que pueda nutrir su alma, la cual muchas veces descuidamos. Vamos a hablar acerca de aquellas mujeres que actualmente están enfrentando la situación familiar solas.

Actualmente existen muchas mujeres que enfrentan la situación familiar solas. Al decir “solas” no nos estamos refiriendo a aquellas mujeres que, teniendo un esposo, se sienten solas; nos referimos más bien a aquellas que viven solas completamente, es decir, no existe un hombre junto a ellas que lleve a cabo su papel tan importante en la familia.

Quiero mencionar algunas estadísticas del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), institución que presenta las estadísticas más confiables de nuestro país

• De los casi 33 millones de mujeres de entre 12 y 60 años que había en el año 2000, el 4.38% estaban separadas de la persona con quien vivían; el 1.63% estaban divorciadas; y el 10.43% eran viudas.

• De estos porcentajes, el más alto entre las mujeres separadas, divorciadas y viudas estaban entre los 59 años. El porcentaje más alto entre las mujeres viudas estaban entre los 50, 60 o más años.

• Si sumamos los porcentajes de mujeres que enfrentaban situaciones solas, encontramos que es un gran porcentaje de la población femenina de nuestro país: el 16.44%.

Ellas están enfrentando las crisis económicas, las crisis familiares, el desaliento y la frustración sin entender qué camino tomar o cuál es la solución para salir adelante en medio de este mundo tan difícil.

Muchas mujeres han quedado solas en edades jóvenes. Ella son las más propensas a sucumbir ante la infinidad de problemáticas que deben enfrentar, más aún cuando hay hijos de por medio.  Pero no solamente son las jóvenes las que sucumben ante la problemática actual, también las mujeres maduras, al quedar solas por alguna causa, son presas del desánimo, de la frustración o del desaliento.

Nuestro propósito es orientar a estas mujeres para que puedan salir adelante, también queremos dar una línea de acción para que entiendan que sí hay esperanza si se toman las medidas necesarias. Además, queremos enfocar sus metas estableciendo las prioridades en sus vidas, pues al perderse éstas de vista se pierde el rumbo y no se percibe que hay más personas alrededor que necesitan de nosotros.

Cuando ellas no se dan cuenta de esto, hacen que las personas que conviven con ellas también sufran, mayormente los hijos pequeños y los adolescentes. Sin embargo, hay muchas madres que han salido adelante, con valor y perseverancia, y han sido ejemplo para sus hijos y para muchas otras personas a quienes también han ayudado.