Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Para afirmar esto, queremos hacer referencia a un artículo que salió en el diario Reforma, en enero del 2001, escrito por Carlos López Aguirre. Él denominó a este artículo “El mejor ambiente para estudiar bien”.

Pongamos atención, ya que muchos trastornos de aprendizaje se solucionan con aspectos prácticos esenciales, cosas simples y sencillas que los padres deben considerar. Este escritor usa dos parámetros para trazar su exposición; por un lado, los niños deben contar con un lugar especial para hacer sus tareas, pero también es importante otras actividades, tales como el juego.

“Los niños deben contar con un lugar especial para hacer sus tareas y no se deben olvidar actividades como el juego. Cuando llega el momento de inscribir a los hijos en la escuela, los padres toman en cuenta diversos factores, como los uniformes, las mochilas y los útiles, pero muchas veces pierden de vista el aspecto importante: el lugar que tendrán en casa para poder estudiar
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Para cualquier niño, estudiar puede parecer una actividad aburrida y complicada; sin embargo, con la suficiente motivación y disciplina, además de tomar en cuenta ciertos factores de tiempo y espacio, su hijo puede salir adelante en todas sus materias.”

A lo mejor le ha pasado que alguno de sus hijos demuestra poco interés o poco afecto hacia alguna materia en particular. Lo que este columnista está proponiendo es suficiente motivación y disciplina por parte de los padres.

“La tarea es un instrumento de estudio. Aunque algunos especialistas dicen que con las horas que el alumno asiste a la escuela debe ser más que suficiente, si su hijo cumple con ellas le ayudará a reforzar los conocimientos adquiridos y el tiempo de estudio se reducirá.”

Tomemos en cuenta la idea de que algo que se aprende, se queda profundamente grabado cuando se repite de manera constante. Hay un dicho que dice: “Lo que bien se aprende, nunca se olvida” pero yo añadiría “a condición de que se siga reforzando”. En ese sentido, las tareas son un elemento muy importante de estudio, ya que refuerzan y disminuyen el tiempo que el alumno tendría que ocupar para prepararse para algún examen.

Valga esta instrucción también para los alumnos que cursan grados superiores, los padres del niño deben identificar qué tanta capacidad y velocidad de aprendizaje tiene su hijo, porque de esta manera sabrá qué tanto tiempo debe dedicarse a estos deberes, sin coartar otros como jugar, que también le ayudarán en su desarrollo integral.

“Además, aunque es bueno que los padres ayuden a sus hijos a estudiar, es necesario que en ciertos momentos el niño pueda ir descubriendo por sí mismo nuevas cosas, eso le dará una mayor motivación para seguir aprendiendo.”

Se debe descubrir en qué momento el niño tiene mayor capacidad de concentración. Esto tiene qué ver con el horario que tenga asignado para la escuela. Hay niños que son más hábiles para aprender en la mañana, pero hay otros que tienen una mayor capacidad de retención en la tarde.