La Dislexia
 

¿Es curable o no?
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Hay niños que van a tener dificultades para leer y entender lo que se lee y no necesariamente es porque sean burros, como luego decimos. Los padres podrían caer en el gravísimo error de exigirles algo para lo cual no están capacitados. Esto no tiene que ver con que el niño esté tontito o que tenga un coeficiente intelectual más bajo de lo normal, sino con que tiene un problema específico en el asunto de la lectura.

Cuando un niño tiene problemas con la lectura a pesar de que se esfuerza y tiene disciplina para cumplir con las cosas de la escuela, es probable que haya un problema de dislexia y habrá que trabajar con el posible diagnóstico.

Hay cierta división entre si la dislexia se cura o si solamente se ayuda a salir adelante. Lo que sí está demostrado es que cuando se empieza a trabajar con un paciente con dislexia a edad temprana, tendrá menos dificultades que aquella persona que tiene dislexia y nunca se le trató.

Ser padre de familia o maestro en un aula de clases no es solamente llegar y poner condiciones acerca de cómo se van a hacer las cosas; hay que aprender a conocer a nuestros hijos o alumnos.

Los signos de la dislexia pueden variar a medida que el niño crece. En general estos trastornos se observan por primera vez cuando el niño está aprendiendo a leer, aunque pueden estar latentes desde mucho antes. Al mismo tiempo puede ocurrir que la dislexia no se diagnostique sino hasta muchos años después.

Por ejemplo, es común que los niños que tienen un alto coeficiente intelectual y que tienen dislexia, compensen su problema y ésta pase desapercibida hasta que las exigencias de la escuela y la lectura de comprensión aumenten.

Existe discusión sobre si el trastorno perdura toda la vida y sólo se minimizan sus consecuencias, o si desaparece gracias a los tratamientos. Los médicos no se ponen de acuerdo en relación a esto. En lo que sí hay acuerdo es que cuanto antes empieza la ayuda en la persona con dislexia, menores van a ser las consecuencias y efectos adversos.

Es importante tener claro que este trastorno trae dificultades en la vida diaria, pero éstas se localizan específicamente en la lectura y la escritura. Una persona con dislexia no está incapacitada para el trabajo o para el diario vivir. En general, aunque este problema impone ciertas limitaciones, una vez superado el periodo escolar permite llevar una vida prácticamente normal.

Insisto, la persona con dislexia es una persona normal, con un coeficiente intelectual normal, no es incapaz para el trabajo o la profesión; su problema específico es la lectura y la escritura. Insisto en esto porque hay una tendencia a pensar que las personas con dislexia podrían tener un grado de inteligencia menor al normal. Esto es falso y no tiene ninguna base científica.

¿Cómo evoluciona la dislexia?
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