Métodos Erróneos en la Crianza de los Hijos
 

¿Qué propone la psicología?
 

Por: Profr. Roberto Durán

Necesitamos enfocarnos en formar el carácter adecuado en nuestras familias y para esto debemos analizar no solamente los objetivos incorrectos, sino también los métodos incorrectos, con los que podemos estar reafirmando esos objetivos erróneos.

La psicología propone un método que se conoce como conductismo. Es decir, si su niño no le obedece, ofrézcale un premio y dígale que si se porta bien le va a comprar otro juguete nuevo. El niño entenderá el mensaje y, como hay un reforzamiento en la conducta positiva, él cambiará su comportamiento.

Esto parece correcto. Todos quisiéramos que nuestros hijos cambiaran sus notas de regulares a excelentes, o sus actitudes de malas a obedientes. Sin embargo, si analizamos este método psicológico, nos daremos cuenta de que al final viene un fracaso. ¿Por qué? Porque cuando motivamos a nuestros hijos a mejorar su conducta o a esforzarse a cambio de un premio, estamos reforzando el materialismo.

Actualmente, en nuestra sociedad consumista estamos viendo los estragos de las personas que cada día anhelan más y más. Todo esto tiene un origen. Ustedes dirán que es el modelo capitalista, pero yo creo que es la mala formación que hemos recibido de lo que es la vida y el verdadero éxito.

Cuando condicionamos a nuestros hijos a obedecer por un premio, estamos reforzando el amor a los bienes materiales y empujándolos a un materialismo que después los consumirá en la búsqueda de la verdadera felicidad, la cual no encontrarán. Cuando una persona no ha sido formada en su carácter y busca la satisfacción en los bienes materiales, no encuentra la verdadera felicidad.

Cuando las personas tienen todo buscan cosas nuevas, mejores o más caras, esto podrá verlo usted en su hijo, que cada vez pedirá juguetes más costosos y después no podrá saciar ese apetito de bienes materiales que usted mismo desarrolló en él, porque no le enseñó a trabajar por responsabilidad.

Cuando los padres se enfocan en formar el carácter de sus hijos para que trabajen por un premio y no por la excelencia misma, llegará el momento en el que ya no se esforzarán. Usted puede comprobarlo, quítele a su hijo los premios y ya no habrá excelencia, quítele la recompensa y dejará de esforzarse.

Sin embargo, en la vida hay muchas cosas que no tienen paga ni remuneración económica, sino sólo la satisfacción de hacer las cosas correctamente. Por ejemplo, a usted no le pagan por tener una buena relación con su esposa o por educar correctamente a sus hijos.

De ahí que las personas que están siendo educadas correctamente serán aquellas que podrán hacer un cambio social determinante, no por el aplauso o por la aprobación de las personas sino porque es lo correcto. Esto no es fácil, pero si usted se dedica sinceramente podrá ver grandes beneficios en formar ese carácter en sus hijos: el ser excelentes aunque nadie los vea ni los reconozca.

La psicología popular falla cuando usted soborna a sus hijos para obtener buenas notas en la escuela o para que se porten bien, porque está desarrollando en ellos una pasión muy grande por los bienes materiales que al final les llevará a la tragedia. La psicología ha fracasado en formar hijos moralmente correctos y de carácter sólido para que sean personas de bien.

Manipulación de los sentimientos
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