Cómo Criar Hijos con Éxito
 

Los hijos son lo que los padres les permitimos ser
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

Algunas ideas con las que podemos trabajar para que la disciplina se genere en casa son, por ejemplo, que los niños aprendan a comer lo que se les sirva, algo razonable desde luego; y que durante la comida se observen los aspectos fundamentales de cortesía.

Si usted permite que su hijo no termine de comer está estableciendo un principio: puedo comenzar muchas cosas, sólo si me satisface lo termino, si no me satisface, no lo termino. La mesa es un lugar muy importante para la instrucción y la formación de aspectos importantes como el agradecimiento. Si los niños no aprenden a dar las gracias, se vuelven quejumbrosos y creen que merecen todas las cosas y que nadie es capaz de decirles algo en contra.

Aprender a obedecer siempre es muy importante. Hay que cortar lo malo cuando apenas está empezando a desarrollarse en el hijo, ya sea una desobediencia voluntaria o una mala actitud. Habrá que llamarle la atención de manera directa y se requiere de constancia.

Una madre le llamó la atención a su hijo cuando estaban en el supermercado porque él quería caramelos. Ella se mantuvo firme en esa actitud y le recordó la consecuencia que iba a tener en casa. El niño se quedó tranquilo después de la reconvención de la madre, porque se dio cuenta que ella estaba hablando en serio y que iba a cumplir la consecuencia de esa desobediencia voluntaria.

¿De dónde brota la inconstancia de los padres? En muchas ocasiones, brota de la pereza y negligencia para corregir. Es más fácil dejar pasar por alto que tomar la decisión de corregir una desobediencia en el momento necesario.

Las Sagradas Escrituras hablan de un principio inmutable en 1 Juan 4:8 que dice: “El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”.

Este texto nos habla de las consecuencias de no amar; una persona que no ha conocido a Dios, en consecuencia, no ama. Cuando nos decidimos a conocer los principios de las Sagradas Escrituras comenzaremos a amar. Estos consejos son buenos e inmutables. Debemos atender principalmente lo que tiene repercusiones en nuestra alma. El amor verdadero y la disciplina es lo que necesitan nuestros hijos en estos días de decadencia.

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