Cómo Criar Hijos con Éxito Segunda Parte
 

La formación de la personalidad y el carácter
 

Por: Lic. José Eduardo Alvarado

¿Qué es la personalidad? Es la característica individual que distingue a una persona de las demás. Esto tiene que ver con el carácter, el cual tiene que ver con los hábitos que hayamos empezado a formar en nuestros hijos. Evidentemente, esto se puede lograr en base a las reglas que debemos haber empezado a poner en práctica en nuestra casa.

El orden en que hemos mencionado los fundamentos para educar a los hijos no es casual ni aleatorio. El amor es el principal, luego la disciplina y las reglas de la casa, y ahora la enseñanza.

En casa es donde se empieza a formar la personalidad. Cosas que en apariencia pueden ser muy pequeñas a los ojos de los demás, pueden empezar a generar la personalidad y el carácter de nuestros hijos. De cosas que parecen insignificantes, como el estar pendiente del aseo de sus dientes, de que se despidan antes de irse a dormir o de dar los buenos días a todos, va a depender que se forme la personalidad y el carácter de nuestros hijos, como seres con autonomía y responsabilidad.

Es imprescindible formar la personalidad, los hábitos y la disciplina en nuestros hijos. Esto va a ser invaluable en los propósitos y metas que tengamos para ellos. Debemos enseñar estas cosas que en apariencia son muy sencillas pero que trascienden de manera definitiva. Las personas que han sido criadas bajo estos principios desde pequeños son las  que hoy están en puestos de eminencia.

Hay que enseñar en lo práctico: sobriedad en el trabajo y minuciosidad al realizar las tareas. Sobriedad y minuciosidad son características que distinguen al buen trabajador. Cuando estos principios se establecen en casa a temprana edad, van a ir formando esa personalidad y carácter en nuestros hijos.

En los pequeños se puede empezar con el hecho de recoger sus juguetes y limpiar su habitación. Debemos impedir por todos los medios la holgazanería, lo cual podría exponer a nuestros hijos a asumir que merecen todo o que no es necesario hacer nada, ni esforzarse para conseguir algo. Esto crearía un mundo irreal, porque definitivamente no es posible sobrevivir sin esfuerzo y trabajo. Con el trabajo el niño aprenderá a apreciar lo que tiene y lo que es, además de aprender a respetar la propiedad y a las demás personas.

También hay que enseñar en lo práctico aspecto sencillos de la vida diaria, como los buenos modales, sentarse bien en la mesa a la hora de comer, usar los cubiertos, observar las normas de etiqueta y de hospitalidad, la pulcritud, el aseo y la generosidad. Estas cosas pueden estar observándolas por mes: un mes dedicado a los buenos modales, otro a la cortesía, etc.

Preparación para las etapas del desarrollo posterior
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