Heridas Emocionales
 

El alma sufre heridas
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Todos tenemos un cuerpo para relacionarnos con el mundo exterior, para ver, escuchar, trabajar, pero tenemos también un alma que es nuestro ser interno, es nuestro yo, es una persona real que piensa, siente, llora y ríe; o sea, el ser psicológico interno.

Es precisamente en el alma donde las emociones se asientan. El reír, el llorar, el sentir, el expresar surgen de esta área.

Muchísimas personas el día de hoy transitan por este mundo heridas emocionalmente. Tú sabes que toda herida en el cuerpo: un accidente con una navaja o cuchillo, o una operación siempre o casi siempre dejará alguna huella.

Podemos decir que lo mismo sucede en el alma cuando hay heridas o situaciones emocionales que nos afectan. Cuando no sanan las cicatrices, éstas se convierten en heridas que frecuentemente están lastimando y causando dolor en la vida de millones de personas.

Experimentan diversos sentimientos como odio, rencor, deseos de venganza, tristeza, soledad, aislamiento, depresión, etc. Éstos son sentimientos que surgen por el hecho de haber sido agredidos alguna vez o haber sido objeto de alguna herida emocional que hoy ha ocasionado en las vidas una cicatriz emocional.

Heridas que lastimaron, heridas que traen desamparo, desgracia e impacto en las vidas de amas de casa, jóvenes y niños.

Ejemplos como estos suceden diariamente:
 
Constantemente percibo el rechazo de mi hermana mayor; ella me hace sentir tan culpable sin haber alguna razón. Mi última experiencia fue cuando yo decidí celebrar el cumpleaños de mi hermano. Él cumplía 50 años y entonces mi esposo y yo fuimos a su hogar y celebramos su cumpleaños con él. Cuando mi hermana mayor se enteró de esto, ella entonces me juró que no me hablaría y me dijo de palabrotas. No se ha molestado en estar conmigo desde entonces.”

Vemos que las relaciones interpersonales se afectan y dañan muchísimas veces. No sólo en este caso que acabamos de leer, en una familia; sino también diariamente en la vida.  Las relaciones de trabajo, matrimoniales, de padres e hijos y entre amigos sufren y esto desarrolla heridas internas que cuando no son sanadas provocan sentimientos muy adversos en nuestra vida.

Yo no puedo olvidar a mi hermana, la cual me ha lastimado tanto, sin embargo, escuché acerca del perdón, (continúa diciendo este testimonio) y estoy dispuesta a perdonarla. Me doy cuenta que el guardar resentimiento contra ella no sólo dañará mi vida, sino también mi familia y la vida de los demás. Y aunque a veces me siento tan enferma, tan cansada y pisoteada por ella, quiero experimentar la libertad y quiero ser sanada en mi interior de estas cicatrices emocionales.”

Estamos seguros de que la única forma en que esta persona puede ser realmente sanada es que ella experimente un perdón hacia su ser querido.
Heridas que no han sanado
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