Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

¿Cuántas veces vemos matrimonios destruidos o separados por causa del adulterio?

“Yo he estado con mi esposo durante quince años casada; sin embargo, me di cuenta que él tiene una aventura amorosa fuera de mi matrimonio. Ellos, -él y su amante-, se han puesto de acuerdo en atormentarme, en quitarme los derechos de esposa. La amante de mi esposo se siente feliz porque mi esposo me golpea y no me hace caso. Ambos son inteligentes para engañar; manipulan, engañan y siempre están tratando de ver la manera de hacerme daño. No solamente han destruido mi matrimonio sino también la vida de mis hijos de once y tres años. Mi hijo de once años no aprueba las acciones de su padre con su amante.”

Vemos que en este testimonio, la causa de la herida es una infidelidad matrimonial.

¿Cuántos hombres y mujeres se sienten heridos, frustrados y con dolores innarrables, con pesadillas nocturnas, con alteraciones en su estado de ánimo y en su carácter y en su vida destruida por causa de una infidelidad matrimonial?

Esta herida es como un puñal que llevas clavado adentro, que cuando recuerdas lo que te hicieron, ese puñal se agita dentro de ti y ocasiona una herida mayor, un sangrado en tu alma. Es como si vivieras una vida llena de dolor al acordarte que has recibido. Y pareciera tan fresco el daño como si fuera el día de ayer. Aunque hubieran pasado muchos años, tienes tan fresco el momento de la herida porque no has sido sanado de esa cicatriz.

¿Cuántas heridas se provocan por la violencia en el hogar?

La violencia en el hogar es hoy en día causa principal de amargura, rencor y resentimiento en muchos niños y amas de casa. En varios países del mundo vemos muchas familias que han sido objeto de la violencia en el hogar generada por iras, contiendas, explosiones del carácter del hombre, abusos, golpizas, abusos sexuales hacia los niños, etc.

Vemos también cómo el alcohol, cuando se convierte en una adicción, transforma totalmente la personalidad, muchas veces volviendo a la persona agresiva. Esta agresión es disparada por el consumo excesivo de alcohol que lleva a las personas a cometer actos de violencia en el hogar.

¿Qué podemos decir de los abusos sexuales?

Recuerdo el testimonio de una joven. Ella narra que cuando tenía 6 años, su tío de 19 años, quién vivía cerca, abusó sexualmente de ella. Después ella lo contó a sus padres, pero no le creyeron. Ella empezó a odiar a su tío y cuando se mudaron lejos de él, esta jovencita de 9 años pensó que se acabarían los problemas. Sin embargo, empezó a tener pesadillas, a retraerse de los demás y cuando llegó a la adolescencia tenía escasos amigos en la escuela. A veces tenía que luchar contra una profunda decepción.

Ella comenta: “Me sentía como que jamás sería amada por alguien, por lo menos no en la forma como yo quería.”