¡Quiero ser libre!
 

¿Hay violencia en tu relación de pareja?
 

Por: Lic. Alma Gallardo

No pienses que porque no te ha salido sangre, no sufres violencia.

Vamos a identificar cuándo hay violencia en una relación.

Primeramente es necesario entender algo: Una relación donde hay violencia, se basa en ejercer poder y control sobre la víctima. Repito, La relación violenta está basada en ejercer poder y control sobre la víctima.

Encontramos entonces que, hay un agresor y una víctima.

En una relación donde hay violencia, el abusador querrá dominar a su víctima a toda costa. Ejercer dominio significa tener todo el poder sobre esa relación, ÉSE es el motivo por el cual el agresor recurre a la violencia: para establecer y mantener su posición dominante.

Es importante que sepas, que todo agresor realiza principalmente 3 actividades para mantener cautiva a su víctima, o sea, para mantenerla “bajo control”: Son 3 básicamente y es bueno que tú analices si en la relación que tienes hay alguna de estas: Manipulación (o chantaje emocional), Aislamiento, y Humillación

1.  Manipulación o chantaje emocional se da porque el agresor es una persona astuta que conoce bien a su víctima, la conoce y echa mano de técnicas y comportamientos que le permiten dominarla, para obligarla a responder de la manera en que él lo desea.

Por ejemplo, ¿te ha pasado que alguna vez quisiste huir, salirte de tu casa junto con tus hijos, pero en ese momento llegó tu marido, se dio cuenta de ello, y te amenazó con que, tan solo, en cuanto comenzaras tú a alistar tus cosas, él iba a tomar a tu hijo más pequeño para irse de la casa y tú nunca más volverías a saber de ellos. Eso es manipular una situación: ese hombre te conoce, empleó una técnica, y sabe que actuando así, iba a lograr que te quedaras en la casa soportando el sus malos tratos.
 
Las formas de manipulación son muy variadas, van desde amenazas, golpes, coerción… Hay hombres que ya tienen tanto dominio sobre su mujer, que con tan solo una mirada, un gesto en la cara, con irse de la casa, con retener el dinero para el gasto del hogar, con eso es suficiente para mantener a la mujer pasiva, aterrorizada y sin actuar, ni en defensa propia, ni de sus hijos.

2. Aislamiento. El hombre violento a menudo prohíbe a su víctima hacer vínculos con otras personas, y esto genera una dependencia con el agresor. O lo que llaman, una mayor codependencia.

En otras palabras, no te deja manejar dinero, tampoco te deja que realices actividades fuera de la casa: como vender o comprar cosas, prepararte, estudiar. Te limita sin razón las visitas a casa de tus papás, inclusive hay quienes controlan tus llamadas telefónicas obviamente con el propósito de mantenerte alejada para que no pidas ayuda.

El tener aislada a su víctima, representa para los agresores una garantía de que ella no va a hablar de su problema de violencia, ni va a pedir ayuda. Mientras más aislada, más seguro es saber que ahí va a seguir la mujer, soportando el maltrato.

3.  Humillación. El agresor, constantemente hace sentir inútil a la mujer. Una y otra vez le dice que no vale nada, la critica por todo. No le valora nada de lo que hace ni por él ni por sus hijos, ni por la casa. La forma de dirigirse a ella es muchas veces con groserías o maldiciones, le habla con insultos. Mientras más humillante es su trato, el agresor logra dos cosas: primeramente reafirma en su pensamiento la idea de que él es mejor que ella, y que ella es más débil que él. Por otro lado, en la mujer se va disminuyendo lentamente la autoestima, hasta el grado en que llega ella a creer que realmente merece el abuso y que las cosas que le dice el hombre, son ciertas.

Esto es algo muy delicado, es prácticamente la razón por la cual muchas mujeres consienten la violencia: porque creen que merecen ese trato.

Sufrir violencia no es normal
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