¡Quiero ser libre!
 

Tus hijos claman por justicia
 

Por: Lic. Alma Gallardo

Quítate la idea de que “es mi marido y es la cruz que me tocó llevar”. Por favor reacciona, piensa por un momento en tus hijos. Tráelos a tu mente. ¿Ves cómo tu hijo batalla para hablar y para relacionarse? Ya es un jovencito y no tiene un carácter formado. ¿Te preocupa que tu hija sale con uno y con otro novio? ¿Tu pequeño hijo sigue mojando su cama por las noches? ¿Te han llegado reportes de conducta de tu hijo adolescente?

Hay una voz latente, una fuerte voz que está gritando desde lo más profundo del alma de tus hijos: ¡Mamá, ayúdame! ¡Mamá, haz algo por favor! ¡Auxilio, queremos ser libres! Qué triste… años y años han pasado y tú, callada. Como si estuvieras dormida. Siendo cómplice del maltrato tuyo y de tus hijos. Lo peores que los años de tu silencio no van a perdonar a tus hijos. Ellos han crecido y hoy tienen ya las secuelas de un hogar atestado de violencia e injusticias.

¿Sabes por qué tu hijo se volvió alcohólico? ¿Sabes por qué tu hija a tan corta edad quedó embarazada, o ya se practicó un aborto y quizás tú no lo supiste… estabas sirviendo a tu hombre…

Cuántos jóvenes hoy están desesperados, andan por ahí llevados por una y otra corriente, buscando un refugio, buscando sentirse bien, sentirse aceptados, porque en casa ni papá ni mamá se ha preocupado por darles valores, por darles un ejemplo digno de imitar.

¡Qué triste para esto jóvenes! Los engañó el placer, y entraron por la puerta falsa del alcohol. De las drogas o del libertinaje sexual.

No, no los defendiste mamá. Tus hijos no se sintieron seguros ni con papá, ni contigo. Hoy aborrecen sus hogares.

Cuántas pérdidas lamentables. Vidas valiosísimas, jóvenes llenos de energía, talentosos, alegres, dinámicos, se quitaron la vida y hoy ya no están con nosotros.

¡Papá, mamá, qué tragedia! Tu hijo prefirió estar muerto que vivir en casa!

Hoy muchos adolescentes aborrecen a sus padres. Andan rodando por la noche, de una calle a otra, andan vagando con tal de escapar. Porque tú mamá, has preferido solapar el alcoholismo, el adulterio y el maltrato de tu esposo; prefieres ser cómplice de la injusticia, que defender el derecho de tu propia hija.

Necesitas hacer un cambio. Si tú no tomas con responsabilidad tu papel como madre, las cosas van a empeorar. Tienes que  hacer algo.

Hoy queremos invitarte a que tomes cartas en el asunto. Mamá, este es tu asunto. Quizás no hay nadie más que sepa de tus agresiones. Quizás ante la sociedad tu matrimonio marcha muy bien.

Aparentas ser una madre amorosa, aparentan una familia armoniosa, siempre sonrientes, amigables, ayudando a medio mundo, pero nadie más que tú sabes el infierno que vives día con día. Tus testigos, han sido tus hijos, y hoy te miran con desprecio porque no les diste el ejemplo de entrega sacrificial, no les mostraste amor sino sentimentalismo.

¡Actúa, por favor actúa!
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©