¡Quiero ser libre!
 

¡Es posible cambiar!
 

Por: Lic. Alma Gallardo

Recomendé la lectura, y en especial, te recomiendo un libro, las Sagradas Escrituras. Si hay algo que ahora necesitas es un fundamento. Principios inconmovibles de justicia sobre los cuales puedas fundamentar tu vida y cimentar tu hogar.

Mucho tienes por recorrer, un camino nuevo te espera, y no puede haber errores otra vez. Vayamos a las Sagradas Escrituras:

JUAN 7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

El Señor Jesús se hallaba en medio de la celebración de una fiesta religiosa del pueblo judío.

Pero él veía algo en el corazón de las personas, Estaban vacíos, andaban de aquí para allá, pensando en mil cosas, quizás con amargura y rencor dentro de ellos. Había muchas mujeres, jóvenes, niños.

Él veía una profunda necesidad dentro de sus vidas.

Mujer, ¿tienes sed? ¿Estás sedienta de vida y libertad? Anhelas con todo tu corazón estar llena de vida? Éste es el camino. Hay alguien, que sí te puede llenar, el Dios vivo y verdadero puede darte vida, y vida en abundancia. Él lo prometió.

Éste es tu tiempo, ha llegado la hora para ti en la que debes buscar un cambio. Es tiempo de abandonar esa forma de vida. ¿A qué le temes? ¿A un hombre? ¿A quedarte sola?

Mujer, hay una esperanza real para ti y para tus hijos. No dependas de un hombre para vivir. Tu vida debe depender de Dios.

¿Has leído alguna vez en las Sagradas Escrituras que Dios es Padre de Huérfanos y Defensor de Viudas? Nada te va a faltar si haces lo justo.

Ánimo, ten ánimo. Haz justicia. Ama a tus hijos. Vive dignamente.

No es bueno que dependas de un hombre sólo por dinero.

Tengo la dicha de conocer no pocas mujeres que, a pesar de que hoy ya no cuentan con el apoyo de un varón, han podido sacar a sus hijos adelante, y además ellas viven hoy en libertad, con amor, dedicadas a hacer el bien.

Quizás no vas a tener una casa propia, ni vas a contar con mucho dinero. Pero tienes li-ber-tad y tienes a tus hijos felices, sanos, obedientes, y junto a ti. ¡No hay bienes materiales que valgan tanto como eso!  

Desde luego, es hermosa una familia completa, integrada. Donde el padre es amoroso, responsable y protector; donde la madre ama y se da por sus hijos y su esposo. Donde los hijos juegan y platican con papá y mamá. ¡La familia ideal! Claro con sus luchas, sus problemas, pero ahí van, saliendo juntos adelante.

pero si hoy tu vida no es vida. Si tus hijos van de mal en peor. Si hay injusticias en tu casa, donde tú eres la señora de la casa y en ti está el defender, ¿qué te queda? Sólo hacer lo correcto. Actuar, por amor.

Como mujeres, somos muy dadas a los sentimientos, como dicen, a que “nos venzan las emociones”. Hoy queremos invitarte a dejar a un lado las emociones. Sí se puede, y es tiempo de usar la razón.

Levántate, despierta de ese sueño en el que has estado todos estos años. Vale la pena vivir.

Libre para amar y hacer justicia
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