El Adulterio – III Parte: Sus terribles consecuencias
 

Guarda tu corazón
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

        No tomemos a la ligera la infidelidad, no lo veamos como “echar una cana al aire”, o como “una aventura”; no es más que una tragedia real.

        Tus hijos estarán envueltos en ella y sufrirán sus efectos devastadores, recuerda que tal vez tu cónyuge jamás podrá levantarse.

        Recuerda las palabras del Señor Jesucristo, Dios verdadero, el cual dijo: “Porque del corazón salen los adulterios”. Quita entonces de tu corazón, de tu mente ese pensamiento; no juegues con él, no  coquetees con él, que después se vuelve fuego y no lo puedes controlar.

        Sé radical y haz a un lado la pornografía, haz a un lado las películas o programas que exaltan el sexo fuera del matrimonio, aparta de tu mente los pensamientos egoístas, llena tu corazón de lo que es puro y limpio.

        Piensa en lo que es verdadero, puro, santo, recto ante los ojos de Dios. Busca desesperadamente un consejero familiar que tenga valores morales fuertes, que pueda ayudarte, que tenga seriedad en su consulta.

        No te dejes arrastrar por ese sentimiento, no dejes que el adulterio destruya tu matrimonio, aún estás a tiempo, aún hay esperanza para ti.

        Y aún si has cometido el terrible pecado del adulterio recuerda lo siguiente: debes arrepentirte realmente, no hacerlo jamás, y encontrar el perdón de tu cónyuge a quien tanto lastimaste. Que Dios te bendiga.     

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