Cómo enfrentar el dolor del adulterio
 

Si fuiste víctima, ¡debes perdonar!
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Perdonar no es, como algunos dicen, olvidar. Es imposible que eso se olvide; el acto va a quedar en la memoria por siempre. Perdonar no es que hagas como que no te acuerdas de lo que pasó. Perdonar es voluntariamente no tomar en cuenta el acto y seguir adelante en la vida.

Cuando el pensamiento de: “se burló de ti, te engañó” viene a tu mente, tú le pones un alto a esos pensamientos de forma inmediata, los haces a un lado y pasas por alto la ofensa y no vives tu vida a la luz de esa ofensa. Esto es perdonar. Perdonar es vivir tu vida a la luz del amor que existía antes de la infidelidad. Es pasar por alto la ofensa.

Algunas personas piensan que no pueden perdonar porque no pueden olvidar. Es imposible olvidar. Lo que sí se puede es pasar por alto de forma voluntaria la ofensa.

Es importante recalcar esto porque si tú eres víctima de infidelidad y decides continuar con tu esposo o esposa, pero no estás dispuesto a perdonar así como lo estamos hablando, tu vida va a ser un infierno, va a ser una constante tentación a la amargura y al reclamo. Eso no va a ser una verdadera vida matrimonial.

Para poderse reconciliar tiene que haber perdón. Asegúrate que si te vas a reconciliar, tengas la capacidad de perdonar. Si no hay esa capacidad, prepárate para vivir un constante infierno de angustias, ansiedades, amarguras, etc. Es necesario el perdón.

Hasta aquí hemos hablado de dos aspectos para enfrentar la infidelidad. Uno es enfrentar el asunto, otro es perdonar y reconciliarse; y una tercera posibilidad es la separación de la pareja.

Cuándo es recomendable una separación
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