Relaciones sexuales fuera del matrimonio
 

La búsqueda del placer
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Hay algo que sucede también cuando se da una relación sexual, ya sea dentro o fuera del matrimonio: hay ciertas reacciones y circunstancias que suceden en nuestro propio cuerpo que producen placer y que hacen que la persona busque frecuentemente esa relación sexual.

Mucho ojo para aquellas personas que son solteras y están siendo bombardeadas fuertemente por los medios de comunicación, por las modas, por la forma de ver la vida.

Muchas personas quieren empezar a tener relaciones sexuales, pero quiero decirte que lo más recomendable es que te guardes hasta el matrimonio para empezar a tener relaciones sexuales.

El sexo se convierte en algo muy esclavizante cuando se hace fuera del contexto en que se debe tener, que es en el matrimonio.

¿Por qué se hace esclavizante el sexo? ¿Por qué la persona vive su vida en relación al sexo?

En una relación sexual suceden ciertas reacciones. Hay una descarga de una hormona llamada adrenalina. La adrenalina se descarga de ciertas glándulas que las secretan al torrente sanguíneo y sucede cuando se está bajo emociones o sentimientos fuertes.

También hay una descarga de norepirefrina que es una hormona distinta a la adrenalina y se secreta especialmente cuando hay placer sexual y produce memorias intensas en relación al sexo.

Un joven de quince años que tiene una relación sexual con una jovencita, guardará profundamente una memoria de esa relación. Esa memoria producirá que el joven frecuentemente esté tentado a seguir teniendo relaciones sexuales; muy diferente en el caso de un joven que no ha tenido una relación sexual, y que no está metido en cuestiones de pornografía; a éstel le costará menos trabajo conducir su sexualidad.

Por eso tú como joven, que estás siendo bombardeado y que tienes muchas invitaciones a tener una relación sexual, debes guardarte. Guarda tu propia vida, tu mente y sé libre de esa forma de actuar. Guárdate hasta el día de tu matrimonio. Es lo que más te conviene por muchas razones y motivos.

Además, en las relaciones sexuales, hay una secreción de ciertas sustancias que se llaman endorfinas que producen una sensación de bienestar, de placer, de relajación. Todo esto hace que la relación sea profundamente placentera y la persona busque continuamente esa relación.

Es por eso que el sexo esclaviza mucho a una persona. Si el sexo se da dentro del matrimonio, unirá a la pareja. Habrá una dependencia mutua del hombre con la mujer.

Pero si el sexo se da fuera del matrimonio, la persona se denigra y su dignidad disminuye tratando frecuentemente de buscar satisfacer esas necesidades sexuales con una persona, luego con otra y con otra, arriesgando así su vida y viviendo una vida totalmente ajena a los conceptos cristianos.

La pesadilla del sexo irresponsable
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