Relaciones sexuales fuera del matrimonio
 

Infelicidad permanente
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

Al describirte esta pesadilla, quiero que te des cuenta que ésta es una vida totalmente ajena a la felicidad y al cristianismo mismo. Si tú estas viviendo esta vida, no solamente estás violando los mandamientos de la ley de Dios, sino que además estás arruinando tu propia vida.

Hay muchas madres solteras que tenían plan de estudiar, de prepararse, y que ahora tienen sus planes truncados porque tienen que dedicarse a sostener a su hijo. O jóvenes que, pudiendo tener un futuro prometedor, con una carrera universitaria, tienen que abandonar los estudios y ponerse a trabajar para sostener a un niño que tiene muchas necesidades.

Además hay padres ausentes. El joven tiene quince o diecisiete años y ya es padre. Este joven aprende a ser deshonesto con la vida y con su prójimo porque muchas veces le deja todo el paquete a la jovencita. Atiende el asunto dos o tres años y después se enfada, se fija en otra muchacha y abandona totalmente al niño y a la madre.

Ese niño también sale afectado porque aprende del ejemplo de sus padres y la historia se repite. Todo esto es por el sexo irresponsable.

El sexo irresponsable produce una mala imagen del sexo. Hace del sexo como si fuera un asunto de meras emociones, como algo malo e incorrecto; cuando realmente el sexo bien llevado, es puro y benéfico moralmente. Todos aquellos que practican la fornicación o el adulterio están manchando la vida sexual del ser humano.

Otro fruto de la relación sexual irresponsable es una mala relación de pareja. Las personas comparan a su pareja con lo que antes vivieron y eso hace la relación poco favorable.

Por último, los hombres que fueron mujeriegos, que tuvieron muchas parejas sexuales, e igualmente las mujeres, terminan solos. Las personas que siempre dijeron que podían tener más y más parejas, terminan una vida en soledad y nunca encontraron el verdadero amor.

Para terminar, quisiera citar un texto de las Sagradas Escrituras que está en la primera carta a los Corintios, capítulo 6, verso 18: “Huid de la fornicación, cualquier otro pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.”

La fornicación es un pecado contra Dios. La Biblia dice “no cometerás adulterio”, ni “fornicación”. Pero también es un pecado contra ti mismo. La persona que fornica está destruyendo su propia vida.

Si tú vives así, estás atentando contra tu salud, contra tu estabilidad emocional, contra tu dignidad como ser humano. Atentas contra la dignidad de otros seres humanos también.

Estás viendo sólo por ti mismo, actúas bajo tus deseos y ya no bajo razonamientos y reflexión.

Vas a frustrar tus planes muy probablemente, vas a terminar como una madre soltera, o con una infección, quizás con una esterilidad. O lo peor, al rato vas a abortar porque no sabes qué hacer con el problema de que no estás casada y quedaste embarazada. Todos estos problemas vienen por una vida sexual incorrecta.

El que fornica contra su propio cuerpo peca.

Toma esto, reflexiona y que Dios te bendiga.

Inicio
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©