Por: Dr. Salvador Cárdenas

¿Por qué los hijos están como están actualmente? ¿Por qué hay tantos jóvenes que están deprimidos, tristes y vacíos con fuertes problemas emocionales, problemas de drogas, alcohol, y embarazos no deseados?

La segunda causa de muerte en los jóvenes de catorce a diecinueve años es el suicidio, esto nos refleja claramente una juventud en crisis.

Conociendo esta verdad, la pregunta obligada es: ¿por qué están así?, ¿por qué si suponiendo que están creciendo en hogares con creencias cristianas o sobre Dios, en donde aparentemente hay sólidos principios morales, o donde el papá gastó grandes cantidades de dinero en la educación de sus hijos y, aparentemente, todo se hizo bien, por qué la juventud está en crisis?

La pregunta se contesta con otra pregunta: ¿Qué están necesitando nuestros hijos de sus padres?

Lo primero que nuestros hijos necesitan es tener un hogar unido, ése es el punto principal, sobre el cual giran muchas cosas.

Tú puedes invertir mucho dinero en la educación de tus hijos, tú puedes hablarle de buenos principios, de valores, decirle que las drogas son malas o que el sexo antes del matrimonio no conviene porque existe el riesgo de contraer enfermedades venéreas.

Pero si el hogar no está unido, no hay armonía, no se respira paz, no existe una relación amorosa entre los miembros de ese hogar, tu hijo ya tiene una gran desventaja para enfrentar la vida.

Quiero que estemos conscientes como padres de que los pleitos y las discusiones entre papá y mamá son un gran veneno para el alma inmadura de los hijos. Cuando esos pleitos son frecuentes, cuando hay amenazas de divorcio o de golpes, todo esto es un veneno para el alma de nuestros hijos.

Lo que más necesitan los hijos es aprender a convivir. Cuando hay un padre y una madre que no aprenden a convivir entre ellos mismos, ¿cómo se le puede pedir a los hijos que aprendan a convivir, a respetarse unos a otros, y a amarse?

Tú puedes tener las mejores intenciones para con tus hijos, como inscribirlos a buenos colegios y universidades, para que tenga una buena educación académica, pero déjame decirte que no se necesitan grandes cantidades de dinero para tener un hogar en paz.

La paz no se compra con dinero, la paz se construye con el respeto y el amor del esposo hacia la esposa y viceversa.

Antes de preguntarte por qué tu hogar no funciona, o por qué tus hijos andan mal, mejor pregúntate lo siguiente: ¿en qué ambiente familiar están creciendo tus hijos?

Está claramente demostrado, en estudios enfocados a la familia, que un hogar  frío y violento generará hijos fríos y violentos.

¿Quieres realmente ayudar a tus hijos y hacerlos personas de bien? El varón debe de amar a su esposa, no hacerla menos, no insultarla, y también la mujer debe de aprender a respetar a su marido y darle el lugar que se merece en el hogar. Si esto se logra, le estás enseñando a tus hijos a vivir en paz.

El vivir en paz se traduce en que tus hijos quieran estar en el hogar. El día de hoy muchos jóvenes no quieren estar en el hogar, porque es un lugar conflictivo, lleno de problemas, gritos, pleitos y prefieren salirse a la calle; son más felices con los amigos y estando afuera haciendo cosas inadecuadas. Pero cuando hay un hogar en paz, los hijos aprenden a valorar esa paz.