¿Qué necesitan nuestros hijos para triunfar?
 

Prevenir a tiempo, para triunfar
 

Por: Dr. Salvador Cárdenas

En un libro del Antiguo Testamento llamado Eclesiastés, en el capítulo 11, verso 9 en adelante, dice lo siguiente con respecto a los hijos y jóvenes:

“Alégrate joven en tu juventud y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia, y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos, pero sabe que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita pues de tu corazón el enojo y aparta de tu carne el mal, porque la adolescencia y la juventud son vanidad.

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos  y lleguen los años de los cuales digas, no tengo en ellos contentamiento.”

¿Cuántas personas que un día fueron niños y jóvenes y que ahora son ancianos o adultos están en la vida frustrados, amargados, diciendo “no supe vivir mi vida”?

Están como resentidos con la vida porque nunca se acordaron de Dios, ni lo tomaron en cuenta. Tomar en cuenta a Dios no quiere decir que acudas a la religión el domingo, ni que todos los días vayas a un culto religioso. Puede haber personas profundamente religiosas que no hagan lo que realmente Dios quiere que hagamos.

Lo que Dios desea que hagamos es que aprendamos a perdonar. Lo que Dios desea para ti joven, es que aprendas a respetar y obedecer a tus padres; que tú, mamá y papá, aprendas a amar  y educar a tus hijos.

Jesucristo al venir al mundo, no vino para fomentar una religión. Cristo vino a enseñarnos una forma de vida en donde las palabras importantes son el servicio, el amor al prójimo, el perdón, el decirle adiós a la amargura. Todo lo demás es una religión hueca, vacía, que no te lleva a la vida que hay en Cristo Jesús.

Es muy importante que lo entiendas. Tener religión no es sinónimo de tener la vida que Cristo desea que tengamos.

La Biblia te enseña la verdadera libertad que tus hijos necesitan. ¿Cuál es la libertad que conocen hoy los jóvenes? El alcohol, las drogas, el sexo, la música, etc.
 
La Biblia te enseña una libertad donde el hombre es dueño de su propia voluntad. Aquél que está esclavo a drogas y a muchas pasiones no es dueño de su propia voluntad. La Biblia te enseña a anteponer la razón a las tentaciones y emociones.

Deseo que Dios te ayude a llevar a tus hijos a esa verdadera libertad que habla la Biblia. Que Dios te bendiga ampliamente.

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