Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

La depresión en la mujer es más frecuente que en el hombre porque los factores hormonales podrían contribuir a una tasa más alta de depresión en la mujer.

En particular los cambios del ciclo menstrual, el embarazo, el aborto, el periodo de post-parto, la premenopausia y la menopausia, son etapas en las que muchas mujeres tienen más estrés por las responsabilidades del cuidado de los niños, el mantenimiento del hogar y un empleo.

Algunas mujeres tienen mayor responsabilidad por ser madres solteras o por asumir el cuidado de padres ancianos; es muy importante que la mujer detecte si hay depresión en su vida, y la trate. La depresión durante el embarazo es normal. Diferentes estudios señalan que hasta un 70% de las mujeres embarazadas presentan síntomas depresivos.

La depresión tiene causas como un embarazo no deseado, problemas de la pareja, consumo de tóxicos como el alcohol o cigarrillo; se manifiesta como una profunda tristeza, problemas de concentración, pérdida de placer y en general no te sientes feliz en ese estado.

¿Qué harías tú si un ser querido que vive a tu lado padece depresión? Guadalupe, una mujer casada, tiene un trabajo de tiempo completo que le ocupa ocho horas del día, en una agencia de publicidad y se ha sentido sobrecargada por las nuevas responsabilidades.

Además de su trabajo de tiempo completo y de la crianza de dos hijos, ella recientemente ha comenzado a tomar muchas responsabilidades de su esposo, como pagar los recibos de la casa, hacer los mandados en el auto, ir al supermercado, transportar a los hijos, arreglar cosas en la casa y desde meses anteriores su esposo no duerme bien, se siente sin motivación, siente que su vida está gris, o sea deprimida.

Guadalupe como mujer, no se siente bien porque ve a su esposo en ese estado de ánimo negativo y deprimido, sin embargo, ya empieza a resentirse porque le ha dejado toda la responsabilidad de la casa.

El caso de Guadalupe es muy frecuente. Muchas mujeres hoy en día tienen que lidiar con esto, sea por enfermedad, sea por una situación depresiva, sea por un marido flojo, perezoso, haragán, que no quiere trabajar, que gasta su dinero en alcohol, que gasta su dinero en mujeres, que no provee para la casa, que no es un líder, que no es cabeza del hogar, se sienten sobre abrumadas porque no solamente tienen que trabajar, educar a sus hijos, criarlos, sino también ocuparse de la casa, pagar los recibos, pagar la renta, pagar la luz, pagar el agua, los recibos escolares, en fin, tienen que arreglar cosas descompuestas en la casa, y es comprensible que una mujer así pueda resentirse porque siente que la han abandonado, que no está jalando parejo el marido con ella.

Muchos esposos por otro lado también experimentan que sus mujeres de pronto se vuelven flojas, en su compromiso matrimonial, en la crianza, desordenadas en la casa, sucias, tienen el hogar completamente en desorden, no quieren educar a sus hijos, se la pasan en la calle con las amigas y también pueden resentirse. Pero, ¿qué cuando la causa del mal funcionamiento del esposo o la esposa es la depresión? ¿Cómo lo vas a tratar?

Ahora vamos a ver el caso de Pablo, de 32 años de edad. Él es Contador Público, sin embargo ha tenido problemas recientes para dormir y para concentrarse en su trabajo, y claro, desde el nacimiento de sus hijos ha experimentado cambios de ánimo y además se siente sobrecargado por la presión económica y ha perdido el interés por tener relación sexual con su esposa, ¿cómo se sentirá su esposa cuando ve a su esposo que no la busca, que no tiene interés sexual por ella? Lo ve trabajando todo el día, lo ve cansado, lo ve oprimido, lo ve triste, lo ve melancólico.

Este es un caso de depresión de Pablo, tal como en el esposo de Guadalupe, ¿cómo vas a reaccionar ante ello? Continuaremos en nuestra próxima edición dando respuesta a estos planteamientos.