Adolescentes en llamas I - La problemática del adolescente

Debemos enfocarnos hacia la familia

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Los matrimonios estables que duran toda la vida proporcionan un fundamento para el orden social, son una ayuda para los jóvenes donde pueden formar su carácter, hábitos y valores que puedan darles solidez y arraigo, para poder mantenerse victoriosos sobre las presiones actuales.

Cuando se desintegra la familia, la sociedad también comienza a desintegrarse; esto es precisamente lo que nos sucede hoy en día: la familia está siendo sacudida por las fuerzas que operan alrededor como lo son el alcoholismo, la pornografía, la infidelidad, la amargura, el divorcio, la ruptura del matrimonio, que son como duros golpes que la destruyen.

No cabe duda que cuando existen problemas en el hogar, los hijos son los que más sufren. Como consecuencia, debemos enfocarnos hacia la familia definitivamente.

Multitudes de jóvenes llevan heridas irreversibles en sus propias vidas. Estas heridas han sido adquiridas en su propio hogar, a través del maltrato que padecieron desde edad temprana cuando empezaron a desarrollarse y fueron golpeados, fueron abusados emocional, física e inclusive sexualmente y hoy llevan las marcas de esos golpes ocultos en su vida.

Así se desfigura su carácter, llenándose de resentimiento, aislándose socialmente con un gran vacío en sus vidas, una inseguridad, temor o rebeldía, mientras que otros niños pueden hacerle frente adecuadamente a una situación difícil cuando son protegidos, instruidos y amados por sus padres.

Los adolescentes varones tienen mayor probabilidad de tener problemas en el aprendizaje.

Cuando no hay una buena cultura de lectura en sus vidas, cuando pasan muchísimo tiempo en la televisión, en la computadora, cuando no hay conversación en casa, ni siquiera pueden desarrollar el idioma, no pueden desarrollar las habilidades básicas para aprender.

Hoy encontramos que una de las problemáticas más grandes en la educación son jóvenes que no ponen atención, adolescentes distraídos a quienes no les interesa leer ni estudiar, no les interesa hacer la tarea.

En sus casas sus padres no toman la gran responsabilidad de formar el hábito de la lectura en sus hijos, de instruirlos en los valores fundamentales de la vida, éticos y morales, que puedan formar en ellos un carácter y una estructura que les brinde soporte a estos jóvenes cuando son tentados a los vicios y puedan decir “no, porque no es correcto”, y punto.

A los varones adolescentes es más probable que se les diagnostiquen trastornos emocionales, esquizofrenia, autismo, adicción sexual, alcoholismo, enuresis y prácticas de toda clase de comportamiento antisocial y criminal.

El índice de mortalidad en accidentes automovilísticos es 50% mayor en jóvenes; es dos veces más probable que los varones menores de 15 años de edad sean admitidos a hospitales psiquiátricos y es cinco veces más probable que sean varones los que se suiciden. El 80% de los suicidios son cometidos por varones menores de 25 años de edad.

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