Adolescentes en llamas I - La problemática del adolescente

La frustración de muchos jóvenes es la falta de apoyo en casa

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

La vida emocional de los niños y el cuidado de esos corazones, de las almas de esos niños para que no sean heridos, maltratados y destruidos a temprana edad, es responsabilidad principal de los padres de familia.

Hace unos días, estuve escuchando el caso de una joven adolescente que no sabía realmente quién era ella. Quería ser alguien en la vida, quería tener un ideal, sin embargo, había mucha confusión en esta joven, había odio hacia sus padres, conductas fuertes de rebeldía, inclusive, se escapó de su casa.

Lo que ella decía es que estaba cansada de escuchar en su hogar que había problemas y cómo peleaban papá y mamá. La mamá en su rencor, todo el día estaba hablando mal de su padre, de tal manera que esta joven se fastidió.

Puedo decirte que esta chica, como muchas otras, será presa de aquellos que les ofrecerán una vida fácil, “un paraíso en esta tierra”. Sin embargo, serán destruidas por sus propias actitudes en las drogas, en el alcohol, en el sexo promiscuo, en el fracaso matrimonial que les espera, en la violencia o en el suicidio.

Esto ayuda a explicar que muchos adolescentes, se sienten frustrados porque en sus propios hogares no encuentran respaldo. Para algunos niños, sus corazones son heridos desde el comienzo de su vida, como consecuencia del abuso o abandono de sus padres, porque éstos se encuentran demasiado ocupados en sus trabajos, no pasan tiempo con ellos, no conversan, no tienen comunicación.

Los niños y las niñas muy pequeños, cuyas necesidades básicas permanecen insatisfechas, nunca se recuperan completamente, llegan a experimentar graves impedimentos psicológicos y neurológicos.

¿Por qué está sucediendo todo esto? Por padres que les hacen daño a sus hijos; los descuidan por el excesivo consumo de alcohol o de otras sustancias que alteran la mente.

Mientras la madre o el padre esté borracho, en las drogas, muy ocupado en su trabajo o con mil pretextos, difícilmente podrá cuidar y amar a sus hijos.

El divorcio hace que los adultos desvíen la atención de sus hijos y que la concentren en sus propias circunstancias difíciles. Esa ruptura del matrimonio entre los padres, ocurre en nuestro mundo agitado, vertiginoso y sumamente egoísta, donde no quieren los padres experimentar una reconciliación profunda y no ven por sus propios hijos en la mayoría de las ocasiones.

Este es el problema fundamental que asedia a los niños hoy en día, padres que están muy ocupados y distraídos, que son demasiado inmaduros y egoístas para satisfacer las urgentes necesidades de los bebés y los niños que empiezan a andar, padres que pelean en casa, que no se ponen de acuerdo y discuten frecuentemente.

¿Qué pueden hacer los padres de familia para tomar la problemática de los adolescentes con la seriedad que ellos merecen, y poder rescatarlos de esas conductas rebeldes, violentas y promiscuas?

Es necesario entender que las estadísticas que acabamos de leer son alarmantes, son reales, son crudas; sin embargo, pueden despertar un interés en todos aquellos padres de familia que quieren cambiar el estado de las cosas en su propio hogar, que quieren poner orden en el caos que impera en sus hogares, antes de que los adolescentes vayan a ser encendidos en llamas.

La importancia de los primeros años de vida
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