Adolescentes en llamas III - Una especie que está en extinción

El valor que tienen nuestros hijos

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Está comprobado que el hombre está formado por tres partes principales: espíritu, alma y cuerpo. El cuerpo, es la parte más externa de nuestro ser con la cual podemos comunicarnos con el mundo que nos rodea; podemos ver, oír, comer. El alma es nuestro ser interno conocido como el “yo”. Ese ser psicológico donde tomamos decisiones, reímos, lloramos. Pero el espíritu es la parte más profunda de nuestro ser que tiene necesidad de Dios.

Todo ser humano tiene una gran necesidad de Dios, pero muchos no lo entienden y piensan que su necesidad es el dinero, el sexo o acumular más cosas materiales; sin embargo Dios es la necesidad real de todo ser humano.

La Escritura nos dice que es en vano levantarnos de madrugada, e ir tarde a descansar a nuestras camas, que traigamos mucho dinero a la casa, que trabajemos y nos esforcemos todo el día para darles mejores ropas a nuestros hijos o mejores casas y automóviles, si no pasamos tiempo de calidad con nuestros hijos, si no somos padres que tenemos ese respeto a Dios y a su Palabra, será en vano todo lo que realicemos por ellos.

El Salmo 127 señala que son herencia de Dios nuestros hijos, es decir, que cada hijo que tenemos Dios lo ve como su herencia. Nuestros hijos son muy valiosos ante los ojos de Dios y así debemos verlos también nosotros, como algo precioso.

No puede ser más valioso en tu vida el trabajo, o el querer hacerte rico o los deportes favoritos, el pasar tantas horas el fin de semana sentado frente al televisor, o bebiendo cerveza en la parrillada, cuando tus hijos no sabes en dónde están, dónde se encuentran, a dónde van, quién los acompaña, qué tentaciones tienen, o si están experimentando la borrachera o la inmoralidad sexual.

No puede ser más valioso un hogar construido con vidrios de cristal cortado o puertas de ébano o de cedro, con alfombras y aire acondicionado. Es más valioso un hijo.

¿Sacrificarás a tus hijos para construir un hogar elegante? ¿Darás tus hijos a la destrucción por querer hacer más dinero en la vida, a costa de no pasar tiempo con ellos?

Cuántas veces vemos profesionistas exitosos que terminan en adulterio y sus hijos finalmente caen en el alcohol o en las drogas. No supieron cómo conducirlos a través de los momentos donde más les necesitaron.

Un doctor puede salvar la vida de su paciente, pero sin Dios ¿podrá salvar la vida de sus hijos? ¿Podrá enseñarles el camino recto de la obediencia y del amor? ¿Podrá infundir en ellos valores realmente cristianos y morales que puedan preservarlos de la corrupción de este mundo que les asedia?

Medita por unos momentos realmente cuáles son los valores prioritarios en tu vida. ¿Estás preparando a tus hijos para que puedan vencer los retos y salir adelante fundados en una real fe en Dios y en Su palabra a través de un padre que los ama, los cuida y sabe pasar tiempo con ellos?

¿O estás preparando a tus hijos para el matadero como las reses van? Simplemente se les engorda, se les alimenta y un día terminan muriendo en el rastro.

Piensa por unos momentos que solamente estás preparando a tus hijos para ir al día de la matanza, donde serán destruidos por el alcohol, donde sus almas serán destrozadas por el SIDA, el suicidio, la depresión. Tus hijos están siendo llevados al matadero.

Los padres necesitamos sabiduría
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