Hecho en casa I - El hogar, un refugio para el joven

Los padres despreocupados

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Qué importante es que en el hogar, los padres no sean despreocupados sino al contrario, los padres puedan ser conscientes de que sus hijos los necesitan.

La despreocupación de muchos padres puede presentarse en diferentes niveles de gravedad. La despreocupación es la falta de atención a las necesidades básicas de un niño o un joven, que son: casa, comida, ropa, atención médica, asistencia, escuela, pero también tiene qué ver con las necesidades de afecto, de comunicación, las necesidades de vínculos fuertes entre papá e hijo.

Hoy en día, muchos padres de familia tratan de alcanzar niveles económicos superiores, clase media, media alta y viven como las locomotoras, a toda prisa, trabajando muchas horas al día. Quieren tener estilos de vida donde no les falte nada, donde puedan tomar sus vacaciones un par de veces al año, puedan poseer varios automóviles, darles buenas escuelas a los hijos, tener una familia feliz, tener todo, pero muchas veces no se puede tener todo en la vida.

Este estilo de vida de locomotora, lo único que hace es que pierdas la oportunidad grandísima de poder estar con tus hijos. Y muchos hijos en el mundo acelerado en que vivimos, necesitan a los padres, porque sienten la presión de los amigos en la escuela hacia las drogas, hacia el alcohol o el sexo promiscuo además de la desintegración familiar o el divorcio, que es algo que les está trayendo mucho dolor.

El dolor o la ira que puede sentir el padre o la madre como resultado del divorcio, puede transmitirse a los mismos hijos. Los hijos al ver cómo se destruye esa relación entre papá y mamá, sufren.

Muchos padres sólo les prestan una atención admirable a las necesidades físicas de sus hijos, pero no a las necesidades emocionales, aquellas necesidades de afecto, de cariño, compañía, comunicación. “Hijo estoy contigo, te amo, no estás solo en la vida, quiero ayudarte, quiero estar contigo”. Palabras de aliento para ellos.

Entonces, vemos a padres despreocupados por los hijos y preocupados por querer invertir mucho tiempo en su trabajo para tener éxito económico. Cuidado, al mismo tiempo pagan un alto precio, el descuido de la familia, el que los hijos se pierdan en las drogas, en el alcohol, o mueran prematuramente en un accidente de auto.

También muchos padres en su egoísmo no piensan en sus hijos, sólo piensan en su trabajo, en sus amigos, en sus deportes, en su gimnasio, en sus vacaciones, y no piensan en sus hijos. Hay una gran ignorancia en cuanto a ser buenos padres de familia. Por eso es importante que te prepares como papá, para ser un buen padre de familia.

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