Esperanza ante la Crisis Global - Enfrentando la oscuridad de nuestro mundo actual

Efectos en cadena

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Al ver esta situación de crisis en nuestro alrededor, podemos preguntarnos: ¿En verdad puede haber una esperanza? ¿Hay esperanza ante esta crisis global?
 
Y precisamente el día de hoy queremos invitar a nuestra amable audiencia a hacer una pausa en nuestras actividades, a tomar un respiro de las situaciones que nos pudieran estar agobiando y examinarnos interiormente a nosotros mismos, porque sabemos que somos seres humanos de carne y hueso, frágiles y susceptibles a los cambios drásticos. Examinarnos cómo está nuestro estado de ánimo, cuáles son nuestras actitudes ante la crisis, ¿tenemos una esperanza?

Y para comenzar quisiera referir las palabras del Dr. Rafael Castro Román, presidente de la Sociedad Mexicana de Psiquiatría Biológica en México, quien dijo lo siguiente en una reciente entrevista que concedió al periódico LA JORNADA (04 DE Mayo/2010), hablando del clima de violencia que se respira en México, y su relación con el alza en trastornos mentales. Él dijo así:
   
“El clima de violencia e inseguridad que se vive en el país, incrementa el riesgo de que las personas desarrollen enfermedades mentales, como ansiedad y depresión, las que, de no ser atendidas de manera oportuna, pueden llegar al extremo de la violencia intrafamiliar e incluso el suicidio.”

¿Qué nos quiere decir este mensaje de alerta? En palabras sencillas, nos está hablando de un proceso en cadena. El Dr. nos afirma:

1) Vivimos en un ambiente de violencia e inseguridad; ejemplo de ello son las noticias que mencioné hace un momento sobre delincuencia, narcotráfico, crímenes y corrupción general.

2) Todo ello puede afectarnos a tal grado, que nos puede llevar a enfermarnos. O sea, que se alteren fuertemente todas nuestras emociones, y desarrollemos miedos, angustias, estrés y desesperación, causándonos trastornos en la mente como ansiedad y depresión.

3) Estos trastornos mentales terminan provocando episodios de violencia en casa, o crisis emocionales tan severas, que pueden llevar a una persona al suicidio.

Esto sí es delicado. Es delicado y es una advertencia muy seria; y hay algo que sí queremos enfatizar: Somos humanos vulnerables, con límites en nuestras capacidades y emociones.  He mencionado una advertencia de alguien que conoce de los trastornos mentales, y nos está diciendo CUIDADO; CUI-DA-DO con lo que estamos viviendo, porque en síntesis: una crisis mal manejada puede generar crisis peores.

Refiriéndonos a la palabra CRISIS que he venido mencionando, sería muy conveniente precisar a qué nos referimos cuando hablamos de ella, y para esto quisiera basarme en los conceptos que formula el Centro de Intervención en Crisis del Reino Unido, una organización con más de 20 años de experiencia en el manejo de crisis psicológicas para individuos de aquella nación:

Ellos nos explican que toda CRISIS tiene básicamente 3 características:

  • En primer lugar, una crisis es una situación inesperada.Lo refieren así: Crisis es todo evento traumático que por naturaleza es inesperado, como un accidente, una muerte súbita, o un asalto callejero.
  • En segundo lugar, se trata de una experiencia novedosa o “nueva”, es decir, una situación que nunca antes hemos vivido y por tanto la desconocemos; inclusive en algún momento anterior a la crisis, pudimos haber pensado “eso nunca me va a pasar a mí”, “no creo que esto le pase a mi familia…ni a mis amigos o compañeros de trabajo”.
  • Por último, una crisis es siempre una situación que de momento parece incontrolable; con esto quiero decir que la crisis es un problema que nos va a producir un estado de incertidumbre o descontrol, ya que no sabremos cómo manejar la situación, ni cómo solucionarla.

Analicemos entonces: Dígame usted si la explosión de una bomba, el ataque con armas de fuego a un centro estudiantil, un terremoto, o inclusive el asesinato de un ser querido, ¿no será algo inesperado?

Pensemos con respeto, si el asesinato de aquellos adolescentes que murieron a mano de policías, ¿no sería una experiencia novedosa que pensamos nunca pasaría? O ver que una ciudad entera fue destruida en cuestión de minutos, como en el caso de Japón… ¿no es una situación incontrolable?

Por supuesto que sí, y por supuesto que estamos viviendo entonces, más de una crisis.

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