Por: Ing. Gilberto Sánchez

• Se siente una tristeza muy profunda todo el día, y es tan fuerte la tristeza, que se llora con mucha frecuencia, casi todo nos da ganas de llorar, o puede incluso sentirse una opresión en el pecho, por el dolor tan grande que siente internamente. Muchas ganas de llorar y tristeza, es el primer y principal síntoma de la depresión.

• Sentirse desesperanzado o que ha perdido sus ilusiones. Ya no le motiva nada, las cosas que antes disfrutaba ya no las haya divertidas ni placenteras. Se siente desanimado(a).

• Pesimismo. Todo lo ve desde una perspectiva gris o negativa. Nada le causa alegría.

• Una gran incapacidad para hacer las cosas; todo le pesa y le cuesta trabajo hacerlo. Inclusive sus movimientos puede hacerlos con pesar o como en cámara lenta.

• Culpabilidad. Puede también estar sintiendo una gran culpa que no lo deja en paz, sino que le hace sentir como si todo lo que le pasó fuera culpa suya y constantemente está ahí ese pensamiento de que es culpable.

Síntomas, físicos, serían:

• Alteraciones en el sueño: por ejemplo, se da cuenta que no está durmiendo de manera normal, sea que esté batallando para conciliar el sueño, o se está despertando con frecuencia, o inclusive está durmiendo más de lo normal... quiere pasar la mayor parte del día durmiendo.

• Cambios en el apetito; puede ser en el apetito por la comida o en el apetito sexual. Ya no le da hambre a sus horas, no siente ganas de comer nada; o bien, si es una persona sexualmente activa, ha disminuido el deseo de la relación sexual.

• Fatiga. Se siente desganado o cansado todo el día, sin fuerzas para hacer las responsabilidades diarias.

• Dificultad para concentrarse y acordarse de las cosas; siente que su mente está en otro lado y eso le ha hecho difícil tomar decisiones o ya se ha dado cuenta que esta desconcentración le está ocasionando problemas en el trabajo o en sus relaciones personales.

• Irritabilidad. Se siente como si anduviera muy sensible o estallara fácilmente por cosas que pudieran parecer normales. Como si le fuera más difícil de soportar cualquier problema que se presenta en el día, sea grande o insignificante el problema. Cuando esto ocurre, algo muy frecuente en la persona deprimida es que sienta ganas de correr y escapar, de ya no querer seguir donde está o querer salirse.

• Y es ahí donde surge el síntoma más peligroso de la depresión: los pensamientos constantes de suicidio. Como la persona ya no quiere vivir, ya no disfruta nada por cuanto nada la motiva, solo ve como una solución el morirse. Dejar de sufrir en este mundo, es el gran engaño que ha atrapado a millones de personas. 2 muertes por minuto en el mundo por suicidio: la puerta falsa.