Esperanza ante la Crisis Global - Enfrentando la oscuridad de nuestro mundo actual

Mantener una esperanza real

Por: Ing. Gilberto Sánchez

LA ÚLTIMA de las cinco actitudes que debemos asumir para salir adelante emocionalmente de la crisis social que estamos viviendo, es tener y conservar una esperanza real.

Alguna persona se podrá preguntar: ¿Pero será posible encontrar una esperanza real en este mundo de tanta crisis? La respuesta es Sí. Sí existe querido amigo, y como lo hemos dicho en ocasiones anteriores, queremos acudir a las Sagradas Escrituras. ¿Por qué? Pues sencillamente porque, en esta época de oscuridad, de tanto relativismo, necesitamos una brújula, una guía que nos marque un camino seguro por el cual andar. La misma Escritura dice: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. (Salmo 119:105)

Hoy necesitamos una lámpara, una luz que alumbre nuestro camino. Y Dios a través de Su Palabra nos dice “éste es el camino”, “el que me escucha, andará confiado, habitará con paz”.

El apóstol Pedro, dijo esto cuando escribió su segunda carta refiriéndose a la Palabra de Dios; dijo así.-

“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro…”  (2a Pedro 1:19)

Las Escrituras se definen a sí mismas como una antorcha, que en medio de una situación en donde no se ve la salida, donde no se ve una esperanza, se levanta como una luz, por la cual nosotros podemos tener una esperanza.

Por esto mismo, qué importante es leerla, obedecerla, ponerla en práctica y Dios realmente respaldará nuestras vidas, cuando nosotros hagamos las cosas como Él nos enseña en Su palabra. ¡Este es un gran consejo!

Dios realmente se interesa por nuestra necesidad, se interesa por los problemas que estamos viviendo. En esta época tan oscura, ¿Necesita usted seguridad? ¿Necesita una esperanza, y confiar en algo inconmovible? Vaya a las Escrituras. Ellas le darán una palabra confiable.

No le busque donde no es. No se deje llevar por la corriente humanista que le dice “vive evadido de la realidad y dale rienda suelta a tus pasiones”, “satisface tu deseo carnal en el alcohol, o tu deseo de venganza, tu deseo de morir...”

No. Usted necesita una esperanza real y las Escrituras le dicen con seguridad dónde y cómo hallar esa esperanza: En Jesucristo el Hijo de Dios, que es el único refugio verdadero y quien dijo estas palabras:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,  y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros,  y aprended de mí,  que soy manso y humilde de corazón;  y hallaréis descanso para vuestras almas;” (Mateo 28:11)

“Hallaréis descanso”

¡Qué promesa tan grande! Jesús nos promete que si vamos a Él, tras Sus pasos como dice ahí en Mateo 28:11, si aprendamos de Él con humildad, vendrá el descanso para nuestras almas. Él manda dejar de hacer lo malo y convertirse a Él de todo corazón, confiando en Él.

“Vengan a mí y yo los haré descansar”. ¡Hermosas palabras de consuelo!

Y además, si usted busca justicia por lo que ha vivido, las Escrituras dan estas palabras refiriéndose al Señor Jesucristo:

“He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia. No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley.” (Isaías 42:1-4)

¡Qué hermosas palabras acerca de Jesucristo! El siervo que Dios levantó para traer justicia a las naciones, para que a través de su ejemplo, la gente entendiera cómo es que se debe de vivir, y poder hallar la paz que tanto necesitamos para nuestras vidas.

El llamado aquí es: espere en Su ley, en Su palabra, y Él vendrá y hará justicia. No cobre venganza por su propia mano, busque al Señor Jesús, que Él no fallará para ayudarlo a salir de esa crisis que usted está padeciendo.

Concluyo diciéndole: SÍ HAY ESPERANZA Y SÓLO EN DIOS PODEMOS CONFIAR. Una cosa le digo: Si es tiempo de crisis, es tiempo también de buscar a Dios. Que el Señor le bendiga.

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