La Crisis Financiera y sus Efectos en la Familia - I Parte

Señales de alerta

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Las estadísticas afirman que los niveles de desempleo han provocado que el presupuesto familiar de los hogares promedio, carezca de la capacidad para cubrir las necesidades primarias.

Estadísticas con relación a la pobreza en México, nos marcan alrededor de 50 millones de pobres en el país, por lo cual, es necesario primeramente comprender cómo afecta esta crisis en lo individual, para después entender los efectos a nivel grupal, es decir a todos los miembros de la familia.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de los Estados Unidos publicó una guía que habla sobre cómo hacer frente a los efectos que las dificultades financieras están teniendo en la salud física y mental. Y comienza haciendo varias preguntas:

¿Sufre usted una tristeza persistente o llora constantemente?
¿Tiene ansiedad excesiva? ¿Falta de sueño? ¿Fatiga constante? ¿Ira? ¿Apatía?
¿Se le dificulta prestar atención a lo que le dicen, lo que ve o lo que lee?
¿Ha aumentado la cantidad de alcohol que consume?
¿Ha vuelto a fumar cuando ya lo había dejado?
¿Ha empezado a usar medicamentos autorecetados?

En esta guía, este Departamento público trata de sacar a la luz diversos síntomas que pueden resultar como consecuencias de la crisis económica sobre la salud de una persona, y son preguntas para examinarse uno mismo y poder empezar a evaluar qué tan  afectados estamos a causa de la crisis económica, ya que esto, insisto, representa un posible riesgo para la salud; tan solo recordemos que durante la gran recesión a principios del siglo XX en los Estados Unidos, mucha gente se quitó la vida al perder todo lo que tenían.

El dinero tiene un lugar preponderante en la vida del ser humano, al grado que el hombre ha relacionado el dinero con la felicidad, y su futuro, con la posesión de dinero.

Las sociedades, sobre todo la occidental, se rigen bajo el sistema moral de que “si tienes dinero… “tienes la posibilidad de ser feliz, tener un futuro”, “vas a poder tener una vida de calidad, con salud”.

De tal manera que si el dinero empieza a escasear o si se empieza a perder la fuente de trabajo, en donde ya no se puede tener el ingreso que normalmente se tenía, o si ya no alcanza para el tipo de vida que se quiere llevar, entonces se viene una crisis y esto hace que la persona se empiece a angustiar y desesperar.
 
Entonces, los problemas económicos pueden tener efectos negativos en la salud. Si bien es cierto que todos nosotros podemos reaccionar de manera distinta ante esta crisis, sin embargo quisiera mencionar algunas señales de alerta:

  • Tristeza persistente.
  • Ansiedad excesiva.
  • Falta de sueño, lo que produce una fatiga constante.
  • Excesiva irritabilidad o enojo. La persona puede llegar a herir a los que están a su alrededor, puede descargar su ira con sus hijos, con su cónyuge y se vuelve tan sensible, que cualquier cosa puede hacer que explote.
  • El aumento de consumo de drogas -lícitas e ilícitas- como una forma de querer evadir la realidad, e incluso la persona puede hacer mal uso de medicamentos, que ponen en riesgo su vida.
  • Dificultad para prestar atención o permanecer concentrado. La persona está evadida, como si estuviera en otro lugar.
  • Apatía. Ya no se preocupa por cosas que anteriormente le eran importantes, incluso puede llegar al punto de ver las situaciones imposibles de resolver.
  • Bajo rendimiento ya sea en el trabajo, en la escuela o en el hogar, como consecuencia de que la persona está agotada, agobiada por la situación que vive.

Tengamos muy en cuenta estas señales de alerta. Podemos tener un familiar o amigo en los cuales podamos ver algunas de estas características que nos indiquen si la persona está siendo afectada por la crisis financiera.

Incertidumbre, ansiedad y estrés
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