Por: Ing. Gilberto Sánchez

Hoy comenzaremos a abordar una serie de temas relacionados con la Familia. Temas que nos dejarán claro por qué la Familia es la institución humana más importante, y para ello quisiera comenzar con esta pregunta: ¿Por qué hablar de la familia? Pues precisamente, porque debemos entender que la familia es el punto central de los problemas que actualmente tenemos como sociedad; y de hecho, es también el punto medular para la solución de los problemas que estamos enfrentando actualmente, en términos globales.

La familia es muy importante y muy necesaria. Muchísimas veces hemos escuchado que “la familia es la célula de la sociedad”, y ésta es una interesante alegoría.

Cuando escuchamos las palabras “célula humana”, nos viene a la mente un órgano vivo que forma parte de un cuerpo, o que forma parte de un todo. En esa célula hay registros, información, y en su interior se gestan procesos de diferentes tipos, con funciones específicas. Pero cuando las células empiezan a funcionar mal o comienzan a tener problemas, es cuando se originan las enfermedades, y eso afecta a todo el cuerpo; de esta manera, mientras más se extienda el daño entre una y otra célula, más grave será el estado de salud en el cuerpo.

Así es como ocurre también con la familia. Ésta es un núcleo de personas, que a su vez forma parte de una sociedad, y mientras esas familias estén trabajando juntas y estén funcionando bien, la sociedad estará saludable; pero igualmente, en la medida que la familia esté funcionando mal, la sociedad se verá afectada consecuentemente.

El caso es, que mientras más familias estén siendo afectadas, más fuerte será el impacto en la sociedad. Y si la situación se propaga, puede llegarse a una situación de tal deterioro mundial, que nos dejaría ver claramente –como ya ocurre en la actualidad- que estamos teniendo problemas muy serios en la familia.

Así que, cuando escuchamos que “la familia es la célula de la sociedad”, debemos tener la idea de que la familia es la base o el punto de partida donde se crean, desarrollan y maduran todas las relaciones de tipo social.

Es ahí en la familia, donde se va a enseñar a los hijos el cómo se van a relacionar los hombres, sean gobernantes, empresarios, empleados, maestros, estudiantes, cónyuges o niños.

Los valores que se inculquen a los hijos, se verán reflejados en la sociedad, y si son buenos valores (que tiendan a mejorar la vida y la dignidad de los seres humanos) pues definitivamente, la sociedad se verá beneficiada. Por el contrario, si los valores son inadecuados y se fomentan sentimientos y relaciones negativas, o situaciones que destruyen la dignidad de los miembros de la familia, eso irá afectando cada vez más a la sociedad.