La Unidad Familiar

La unidad comienza con papá y mamá

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Qué importante es que estemos unidos también, como matrimonio. Eso es lo primero, y eso es lo fundamental en una familia.

Quiero citar las palabras del Dr. Adrián Cano, psiquiatra y terapeuta familiar, Director de la Unidad de Diagnóstico de Terapia Familiar de la Clínica Universitaria de Navarra:

“El matrimonio sigue siendo la base fundamental de la familia. Cuando detectamos que en un problema familiar los cónyuges se llevan mal, hay que trabajar primero con ellos.  Considero que antes que ser un buen padre, se tiene que ser un buen esposo.”

Las palabras del doctor Adrián Cano tienen mucha profundidad. Está diciendo sencillamente, que para que una familia esté firme y estable, primeramente papá y mamá deben estar firmes y estables, unidos entre sí, sin situaciones que los estén llevando a una separación o a pleitos.

Lo hemos dicho muchísimas veces en nuestro programa de Esperanza para la Familia: las familias sin problemas no existen; los problemas siempre van a existir, pero hay que saber enfrentarlos con la actitud correcta. Es muy importante que ante un problema, los padres siempre estén buscando el bien mayor de la familia, es decir, que siempre decidamos lo mejor para nuestro cónyuge y para nuestros hijos.

Ya en algunas ocasiones hemos hablado acerca de la felicidad, que es un estado en la vida del ser humano que puede alcanzarse, en gran manera, al actuar conforme a valores morales y a principios que dignifican el valor del prójimo, es decir, que cuando yo veo que mi felicidad depende de hacer felices a otros, podré hacer mucho bien y me sentiré más feliz; pero cuando mi felicidad depende de buscar lo que yo quiero, aun a costa de la felicidad de los demás, voy a causar mucho daño.

Qué importante es que como padre y madre, entendamos que en la búsqueda de la felicidad del cónyuge y de los hijos, vamos a encontrar nuestra propia felicidad. Al darnos por ellos, al servirlos, como dice el doctor Cano: que entre papá y mamá haya unidad, haya un acuerdo, para que se pueda dar a los hijos un ejemplo de amor, de respeto, de honestidad, de protección, lo cual brindará seguridad a los niños.

Muchos problemas familiares tienen su raíz en los problemas entre cónyuges, por eso es muy importante que papá y mamá aprendan a escucharse, que tengan buenos lazos de comunicación, que aprendan a estarse cubriendo el uno al otro en sus necesidades, en sus problemas, que sean de apoyo el uno al otro, que sean amigos, porque finalmente, esa es la razón del matrimonio: dos personas se aman tanto, tienen una amistad tan fuerte, que desean permanecer siempre unidos, quieren ser compañeros por el resto de sus vidas porque se aprecian. Y se supone, que cuando yo me caso con alguien es para amarlo realmente, es decir: servirlo, ayudarle, ver por sus necesidades.

Si el principio a seguir fue “me caso para que ella/él me ame a mí”, pues ninguno se va a amar, sino al contrario, con el tiempo van a empezar los reclamos: “es que tú no me amas”, “es que tú no me escuchas”, “es que tú no me entiendes”, “es que no me respetas”, “es que nunca haces lo que te digo” y empiezan ese tipo de problemas.

Divididos no avanzamos
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©