Por: Ing. Gilberto Sánchez
Vivir en familia es un gran compromiso de amor. Y por eso es que muchas familias hoy en día, se están derrumbando, porque no hay amor, ni compromiso, ni ninguna de las actitudes que estuvimos mencionando en esta serie de temas, las cuales quiero recordar brevemente:
La comunicación, porque es el vínculo que nos va a mantener enlazados, y es muy importante porque cuando se habla continua y honestamente, no se da lugar a malos pensamientos o ideas de malicia y desconfianza entre los miembros de la familia.
Es como un cable de teléfono –pongo un ejemplo sencillo- que tiene un corto, y ese corto hace que la comunicación se entorpezca, y el sonido no se transmita, y por lo tanto no se entiende la conversación.
La comunicación siempre deber ser transparente, oportuna y constante, para evitar malicias, para que tu esposa no piense que andas metido con otra mujer. Implica que un padre esté hablando diariamente con sus hijos para ver cómo están, que ellos puedan ver en papá y en mamá un canal de comunicación para resolver problemas, para sacar adelante sus necesidades, que encuentren en ellos a sus mejores amigos para platicarles sus vidas.
Qué triste es ver que los muchachos prefieran ir a buscar consejo con sus amigos del barrio y que no vayan contigo. Papá, mamá, eso habla de que has fracasado en tener una comunicación con tus hijos, que no confían en tí, no te buscan. Como padre debes de fomentar la comunicación en casa.
La gratitud, el valorar lo que se ha hecho por nosotros, el entender que todos somos valiosos en la familia, y que mientras más nos valoremos, más nos vamos a cuidar.
El afecto, esas muestras de cariño que sólo en casa recibimos y damos; decimos y escuchamos palabras de amor, tales como "te amo”, “eres único", "mujer, te quedó muy sabrosa la comida", desde palabras hasta la propia relación sexual que une a la pareja y los hace más dependientes uno de otro. Ese afecto para con los hijos, que los hace sentirse amados, valorados, tener un sentido de pertenencia con la familia. ¿Cuántas veces le has dicho a tu hijo: "te amo hijo, eres alguien muy especial para mí"? Son muy importantes esas expresiones de afecto.
El liderazgo familiar, el tomar decisiones sabias basadas en el amor, en el bien mayor de la familia, buscar el mayor beneficio para tus hijos, para tu esposa(o), a pesar de que no sea lo mejor para ti, pero actúas conforme a lo mejor para los integrantes de la familia. El amor consiste en buscar lo mejor para todos, tomar decisiones sabias y ser ejemplo, papá y mamá.
La paciencia y el respeto. Recordemos lo que es controlar el enojo, el carácter ante situaciones que nos pueden llegar a estresar o parecer sumamente complicadas, y que la violencia nunca arregla nada. Lo que sí arregla siempre es hablar y perdonar, eso sí arregla fuertes problemas en casa.
Que es muy necesario siempre sentarse a razonar, a aclarar las dudas, el dar la dirección adecuada, el instruir sobre las diferentes decisiones que haya que tomar. Qué importante es hablar y perdonar cuando haya habido un agravio, un mal entendido, un problema, es muy necesario tener paciencia.
La responsabilidad. Vimos también cómo es sumamente importante para una familia, y que ser responsable es cumplir tu sagrado deber en la formación de tus hijos y en el cuidado de tu cónyuge.
La responsabilidad tiene que ver con la forma y el tiempo requerido para llevar a cabo tus compromisos, no cuando ya es demasiado tarde, sino en su momento. La persona responsable es alguien que tiene visión, incluso se puede anticipar a ese tipo de problemas, porque los está previendo. Mire, usted vaya a cualquier empresa y le exigen a usted, que se anticipe a los posibles problemas, a las posibles circunstancias que puedan afectar el desempeño de la empresa.
Cuánto más en nuestra familia que es mucho más importante, es necesario prever aquella situación que puede poner en peligro a mi hijo, hija, aquella situación que puede poner en peligro la estabilidad de mi matrimonio. Ser responsable, y cuando se presenta un problema, ser diligente para atacar la situación.
Y finalmente, qué importante es en la familia, la formación, la crianza con amor, disciplina y ejemplo, pues la familia es el lugar por excelencia donde vamos a adquirir los valores y conocimientos para enfrentarnos a la vida en sociedad.
Todo esto, son actitudes que reflejan realmente lo que es amor en la vida práctica familiar, y nos habla de personas comprometidas a amar a los suyos. Son elementos indispensables para fortalecer nuestras familias, para que estén nutridas y dando buenos frutos. Y como puedes ver, padre de familia, no es algo mágico, es algo en lo cual hay que trabajar, y mucho. |
