Por: Ing. Gilberto Sánchez

El dedicar grandes cantidades de tiempo a jugar estos juegos puede crear los siguientes problemas:

Destrezas sociales pobres: deficiencia en la capacidad de socializar, falta de habilidad para relacionarse con otros, para condescender con las personas. La adicción a los videojuegos puede llevar al niño a aislarse, a no desear la compañía de otras personas y a dedicarse exclusivamente a su auto-satisfacción que les es suplida a través del juego de video.

Quitar tiempo que se le dedica a la familia, al trabajo escolar y a otros pasatiempos: cuando los niños dedican mucho tiempo al juego de video descuidan otros aspectos que son muy importantes en su vida, como la convivencia familiar, aprender a conocer a los hermanos, a jugar con ellos, aprender de papá y mamá. Además pueden tener problemas escolares porque descuidan sus responsabilidades. También, al preferir este tipo de pasatiempo, los niños desechan otros pasatiempos que interactúan con otras personas, como el fútbol.

Calificaciones escolares bajas y falta de lectura: las investigaciones han demostrado que los niños que están mucho tiempo jugando menguan sus calificaciones y, por dedicar el tiempo a los videojuegos, el niño no lee por lo que tiene menos capacidad de lectura de comprensión.

Menos ejercicio y sobrepeso: el niño en lugar de jugar, saltar y correr, que son actividades comunes de los niños, es frenado por el videojuego. El niño se vuelve pasivo al estar delante del televisor o computadora interactuando con los controles y no tiene ningún ejercicio físico, lo que le lleva al sobrepeso.

Pensamientos y comportamientos agresivos: los niños imitan las conductas violentas que ven, consideran la violencia como forma de resolver sus problemas, se vuelven inmunes al horror de la violencia, se vuelven fríos, indiferentes y pierden esa compasión natural que los seres humanos tenemos hacia otras personas, además se pueden sentir insensibles cuando agraden a alguien.