La Importancia de una Alimentación Saludable en Casa - II: El papel trascendente de las madres de familia
 

¿Qué es el hambre emocional?
 

Entrevista a la Nutrióloga Karla Sofía Talamás Marcos
en el Programa “Hogares Satisfechos: Hogares Saludables”
dela Cruzada Nacional contra el Hambre.
Por: Lic. Olga Almanza G. - Terapeuta Familiar

 

Gracias Karla, por toda la información que nos estás compartiendo. Estábamos hablando sobre la estrecha relación que existe entre la alimentación y la prevención de enfermedades, hablábamos de una enfermedad tan frecuente en México y en América Latina como es el cáncer, el cual es prevenible a través de una buena alimentación.

Esto es algo tan importante, pero la alimentación favorece también el estado de ánimo, ahorita lo mencionabas, Karla, de hecho, sabemos que existe un hambre que no solo es física, se le conoce como el “hambre emocional”, ¿qué nos puedes decir de esto Karla?

Me ha tocado ver muchos tipos de obesidad, y mucha gente con obesidad emocional. No siempre es hambre, que es la necesidad, sino muchas veces son las emociones. Para diferenciarlo es muy fácil, simplemente, el hambre emocional es el hambre que queremos satisfacer no por una necesidad, sino simplemente por una emoción, y es satisfecha siempre con algún alimento determinado.

Yo creo que a todos nos ha pasado que cuando estamos viendo la televisión y no nos damos cuenta, nos acabamos la caja de galletas o, a veces, mientras estamos hablando por teléfono, las papas o cuando estamos tristes, empezamos a comer y no estamos bien conscientes del porqué lo estamos haciendo.

Entonces, para diferenciar un hambre física a un hambre emocional, primero hay que ver cómo empieza. Cuando es un hambre emocional, empieza de manera repentina, como que empezamos con el estrés, o con alguna emoción y queremos comer alimento, y cuando es un hambre física, entonces empieza poco a poco a sentirse la sensación de hambre.

También, los alimentos que estamos buscando, cuando es un hambre emocional, buscamos un alimento en específico, y cuando es un hambre física, empezamos a buscar un abanico de opciones, muchos alimentos que pueden satisfacernos y, también, la mayoría de las veces, cuando es hambre emocional, está unida a la sensación de culpa, como que nos sentimos culpables de lo que comimos, y cuando es un hambre física, pues no, porque, simplemente, estamos satisfaciendo nuestra necesidad.

Fíjate que me quedo pensando que hay un problema muy grande aquí: un problema de insatisfacción. Cuando el alma no está satisfecha, busca algo, en este caso se dirige esa insatisfacción hacia los alimentos.

Karla, yo quisiera que nos dijeras a partir de qué edades puede desarrollar una persona el hambre emocional, sobre todo porque estamos enfatizando la labor que hace la madre familia, esa supervisión que tiene que desarrollar, que debe estar siempre al pendiente de los hijos, porque a lo mejor ustedes, que tienen hijos adolescentes, hijos pequeños, pueden detectar a tiempo si hay insatisfacción en ellos.

Y, de verdad, yo creo que si estamos hablando de un problema de obesidad, en México, pues mucho tiene que ver también con lo que compramos, y con que los niños, quizás, están tratando de satisfacer alguna necesidad mayor, que es realmente emocional o una necesidad incluso afectiva. Muchas veces les puede estar afectando su salud emocional, entonces Karla, ¿a partir de qué edades podemos encontrar el hambre emocional?

Olga, es bien interesante eso que nos estás diciendo, porque el hambre emocional se presenta desde los bebés recién nacidos. Los bebés cuando están bien chiquitos, recién nacidos, pueden tener necesidades, como un cólico, pueden estar rosados o simplemente están cansados, y la madre, como no sabe cuál es la necesidad que tiene, en vez de buscar la causa, simplemente le da comida, le empieza a dar leche o algún alimento.

Entonces, el niño, desde chico, hace la relación y su mente dice:“cualquier necesidad que yo tenga ahorita, puede ser satisfecha con algo de comida”. Entonces, es importante desde que están chicos, desde que son bebés que no ocurra esta relación entre la necesidad y el alimento. O hay veces, cuando están más grandes y vemos que los niños están llorando, y les ofrecemos una caja de galletas.

Pero, ¿porqué la caja de galletas va hacer un consuelo, y no una plática con tus papás o algún otra dinámica que realmente te ayude a curar esa emoción? Es bien importante hacer el énfasis, desde que están chicos, cuándo ofrecemos los alimentos y por qué razón los estamos ofreciendo. Hay que saber bien cuál es la necesidad que tenemos nosotros y la que tienen los hijos.

Exactamente, para eso hay que estar en casa, me refiero pegados a los hijos. Yo sé que ahorita hay mucha necesidad de trabajar, tenemos que más del 22% de hogares son monoparentales en México, es decir que tan solo están constituidos por la madre de familia, que es la cabeza; entonces, aparte, no tiene ella misma una satisfacción en muchos casos.

Muchas veces hay mucha soledad; de hecho, el tema de hambre emocional, ¿porqué lo empezamos abordar también en la Cruzada Nacional contra el Hambre? Porque años atrás estuvimos trabajando precisamente, Karla, en un programa social para combatir, prevenir y eliminar la violencia contra la mujer y la violencia familiar.

Entonces, cuando estábamos en las pláticas, muchas mujeres se acercaban, nos platicaban sobre el problema familiar y de los problemas de sus hijos, pero muchas de ellas, nos hablaban de cómo se sentían solas, cómo había problemas fuertes y, sobre todo, las que sufrían de maltrato, son mujeres que se sienten con una autoestima tan baja, con mucho rechazo tan solo de su pareja, o a veces los rechazos de su propia familia.

Y se empiezan a sentir muy mal, y en la mayoría de ellas, detectamos mujeres que ellas mismas han desatendido su autoestima, su presentación, se desentienden de ellas mismas y, la verdad, que esto está muy ligado con la cuestión de las emociones. Muchas de ellas platican inclusive, que subieron de peso por problemas emocionales o por no saber cómo sobrellevar una depresión, una ruptura o pérdida emocional de la pareja, o un problema muy fuerte con un hijo con adicciones.

Ahorita, lo que mencionabas Karla, es muy importante lo que dices de que, por ejemplo, tan solo los bebés, los recién nacidos, están llorando y ¿qué hace la mamá? Naturalmente le ofrece su pecho, la leche materna, que es tan importante también y necesaria.

Pero esto se puede repetir en la edad de la infancia y de la adolescencia, que pensamos que cuando vemos a algún adolescente o algún niño llorar, con algún problema, pues pensamos en comprarles, o decirles nada más “te llevo a comer”, como dice Karla, te satisfago con tu caja de galletas, tus chocolates que querías, etcétera.

Pero, realmente, quizás, es otra necesidad, una necesidad emocional, una necesidad espiritual, que como lo hemos dicho ya en otras ocasiones, está en el corazón de todos los hombres. Entonces, qué interesante, Karla, que esta insatisfacción o problema emocional se pueda detectar puntualmente, desde bebés, y redirigir la necesidad real del niño hacia donde pueda satisfacerse completamente, siempre, que la mamá dirija la necesidad del hijo, o sea, que dirija el problema hacia el afecto por ejemplo, para poder cubrir esa necesidad, con afecto y con amor.

Cómo identificar y combatir el hambre emocional
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