Por: Dr. Sergio H. Canavati A.

¿Por qué todo esto?, ¿por qué todo lo anterior que he mencionado?, porque quiero decirte hoy, con toda franqueza y sinceridad: sin Dios no hay esperanza en este mundo.

Muchísima gente vive sin Dios y no tiene esperanza, no tiene esa felicidad, esa paz y esa seguridad de ayuda continua y soporte en sus vidas que solamente Dios puede dar y tratan de llenar ese vacío, continúan sus vidas tratando de llenarlo y mueren vacíos, y claro esto genera muchísima infelicidad en las familias.

Quiero hoy definir el alma del ser humano. El alma es aquel ser psicológico interno conocido también como el “yo”, donde se asientan los deseos, los sentimientos. La función del alma, precisamente, es tomar decisiones.

Cuando yo decido algo, estoy decidiendo desde mi propia alma, si yo decido ir a tal lugar, si yo decido comprar tal cosa, si yo decido tomar tal decisión, etc. lo decido desde la misma alma. Los sentimientos el reír, el llorar, el odiar, el amar nacen del alma.

El alma, entonces, podríamos identificarla con nosotros mismos. Ese ser psicológico que no tiene cuerpo, no tiene huesos pero tiene una mente, tiene una voluntad y tiene sentimientos, donde se toman decisiones, donde se llora, donde se ríe, donde se odia, donde se ama, el “yo”, nosotros mismos, lo que llevamos adentro, nuestro “ser” interno.

Ahí, precisamente, en esa alma, el hombre siente amor y siente la necesidad de amor también, y cuando la necesidad de amor no es satisfecha, entonces, el hombre, trata de llenar su vacío con otro tipo de amores: amor al mundo y a sus bienes o cosas materiales, amor al dinero, amor promiscuo, o sea, adulterio, fornicación, inmoralidad sexual, etc.

El hombre trata de llenar su vacío cuando no tiene amor, quiere ser amado por otros. He conocido casos de jovencitas que han sido rechazadas por sus propios padres, que han salido a la calle a ganarse la vida y finalmente terminan en la prostitución o promiscuidad sexual, y cuando platico con ellas, mi corazón se llena de compasión por ellas, porque veo que hay una necesidad de afecto en sus vidas, que nunca han tenido.

Claro, yo no justifico de ninguna manera, ni Dios tampoco justifica la prostitución o promiscuidad sexual para poder llenar ese vacío, de ninguna manera.

Es condenable cien por ciento, genera trastornos en sus cuerpos, corrompe otros seres humanos, propagan enfermedades incurables, muchas veces, que destruyen vidas, como el sida.

Sin embargo, sí me lleno de compasión al ver estas jovencitas, porque, obviamente, nunca conocieron el amor en su casa, conocieron un padre abusivo, golpeador, un padre que destruyó sus almas o una madre que no supo amarlas o dirigirlas y tratan de llenar su vacío con el alcohol.

Cuantas otras personas se sienten insatisfechas, sin un gozo real en sus vidas, porque dentro de nuestra alma, dentro del alma tuya, y de todo ser humano, existe la gran necesidad de gozo, o sea, de sentirnos satisfechos, felices, alegres y claro no hay nada que produzca más gozo y deleite que tener una relación personal con el Dios todo poderoso mediante Jesucristo, su hijo.

Sin embargo, cuando no existe ese gozo, la gente se siente insatisfecha y trata de alegrarse por medio de sustancias químicas o estimulantes, como el alcohol, el cual, está comprobado, es una droga que crea adicción, que finalmente destruye físicamente a la persona.

Conocí una joven que fue rechazada por sus padres, que fue a la calle a buscar su sustento y terminó en la prostitución, y trabajaba en los bares y la obligaban a pedir bebidas alcohólicas en el bar, para que el cliente gastara dinero en ella, y eso desarrolló en su vida un problema de hepatitis severa que por poco provoca una cirrosis hepática como consecuencia del alcohol a los 33 años, con 4 hijas nacidas precisamente con diferentes hombres, por su vida de inmoralidad sexual.

Esa mujer se sentía destrozada totalmente por dentro, no había manera de acercarte a su vida, pensaba que tú también querías dañarla o querías su cuerpo o querías tener una diversión con ella o lastimarla.

Sin embargo, cuando se pudo abrir y su alma empezó realmente a desbordarse, se veía en ella una gran necesidad de afecto y respondió muy bien al amor, porque se abrió, buscó ayuda, porque entendió que su felicidad venia solamente de Dios.

Cuántas personas hoy tienen la necesidad de la paz y la tranquilidad en sus vidas y quizás ese pueda ser tu caso, el día de hoy, en esta época, donde tantas personas hablan acerca de la paz, etc. sin embargo, no sienten esa paz, esa seguridad y esa tranquilidad de una conciencia tranquila.

Y es que el alma, una de sus grandes necesidades, es la paz, precisamente, y la paz se ve afectada a través de las enemistades, de los pleitos; la paz se ve afectada cuando la seguridad personal se ve afectada también por el crimen, por la violencia que existe hoy en día.

La paz se ve afectada en las casas, no solo en las calles, sino en las casas porque hay pleitos, hay enemistades, hay distanciamientos entre el esposo y la esposa, y griterío en el hogar, hay maltrato, hay abuso verbal, hay abuso físico, violencia y se pierde esa paz, se roba totalmente.

También porque muchas personas están llenas de resentimiento, rencor, odio hacia los demás que las han ofendido y lastimado y el odio llena sus corazones, no la paz, y muchísimas personas han perdido la paz porque han perdido un hijo, han perdido un esposo, han perdido una herencia, han perdido dinero, se ven amenazadas sus vidas con terrores espantosos.