El Vacío del Ser Humano
 

Un vacío tan grande, como del tamaño de Dios
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati A.


Cuando el hombre vive vacío, sin Dios, no llena su necesidad de afecto, de amor, de gozo verdadero, de paz, de descanso, etc. Y se encuentra a sí mismo luchando en sus propias fuerzas, tratando de llenar este vacío y, como siempre, nos gusta la aplicación del texto bíblico, del texto sagrado, de la palabra de Dios, para explicar desde un aspecto espiritual por qué el hombre se siente vacío.

El hombre es creado en tres partes principales. Como leímos en la Sagrada Escritura:

“y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo sea guardado y reprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

(1ª.Tes. 5:23)

Dice: “y todo vuestro ser”. El ser humano está formado en tres partes: espíritu, alma y cuerpo.

¿Cuál es la respuesta de Dios ante la necesidad del hombre?, ¿sabes?, Dios nos permite sentir este vacío para que entendamos que sólo Él puede llenarlo. Dios nos creó a los seres humanos cuando nacemos del vientre de nuestra madre con éste vacío, con ésta gran necesidad de Dios.

Nuestra alma, nuestro ser completo, necesita de Dios, Isaías Capítulo 55 versículos 1 y 2, dice:

“A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.  Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma; y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes de David”. 

Qué hermosas palabras, son palabras de Dios, ésta es la palabra de Dios, es sabiduría de Dios y es una invitación, ¿a quién?, a todos los sedientos, y está hablando de la sed espiritual, aquellos que reconocen su vacío interno, aquellos que reconocen su necesidad de Dios, aquellos que se sienten vacíos y no saben por qué y, sin embargo, saben que Dios puede llenar ese vacío. Para ellos es ésta invitación.

Y dice: “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero”…  o sea, aquí, la aplicación es, nosotros no podemos comprar nuestra propia felicidad, nosotros no podemos comprar ese vacío que llevamos dentro, no hay nada en este mundo que pueda llenarlo.

Los que estamos sin dinero, tal como dice la Escritura, somos aquellos que sentimos nuestra necesidad espiritual y reconocemos que no está en nosotros llenarlo, está en Dios, y habla de una verdadera humildad.

La palabra “humildad” no es que seas pobre o no tengas dinero, la palabra humildad significa reconocer tu necesidad ante Dios ¿cuál? la necesidad espiritual; y continúa diciendo Isaías: comprad, venid y comed”, podemos comprar en Dios, podemos venir a Dios y obtener de Dios por medio de nuestra confianza en Él, por medio de nuestra humildad y dependencia claro que sí.

Dios nos hace la invitación: “venid, y aquí”, la respuesta es: debemos ir a Dios al Ser Supremo, al Todopoderoso, al Eterno, al Señor Jesucristo, al mediador entre Dios y los hombres, al Hijo de Dios, Dios verdadero, Todopoderoso.

Aquel que vino al mundo hace dos mil años manifestándose como hombre, que nunca dejó de ser Dios verdadero y, que en su humanidad, expresó su amor y su misericordia y compasión por los seres humanos, al sanar a los enfermos, al limpiar a los leprosos, levantar a los muertos, al predicar su evangelio de buenas nuevas, que llama a los hombre a arrepentirse y abandonar su vida vacía y hueca y volverse a Dios con humildad y confianza.

Aquél que murió para perdonar nuestros pecados y aún resucitar de entre los muertos y darnos vida eterna. En otras palabras, la invitación la hace Jesús. “¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan?” Pregunta Jesús, Dios, ¿por qué gastas tu vida?, ¿por qué estás malgastando tu vida en lo que no es vida?

¿Cuántos hombres están destruyendo su vida en el alcohol, en las drogas?, ¿cuántos hombres están destruyendo su vida en el adulterio?, ¿cuántas mujeres en la promiscuidad sexual? y se encuentran más vacías, insatisfechas, ¿cuántos en la violencia, en el odio, en el rencor? Muchísimas personas hoy en día se sienten así.

¿Por qué gastáis vuestro trabajo en lo que no sacia?, muchísimas personas trabajan para llenar sus almas y lo único que llenan son sus cuerpos, lo digo con respeto, compran ropa de lujo, autos modernos o tratan de gastar un poquito en la tarjeta de crédito, en estas épocas, para comprarse un regalito, darse unas vacaciones.

Sin embargo, dice: “No sacia”. Podrás tener una paz temporal, podrás tener un momento de felicidad aparente en tu vida, sin embargo, no te sientes satisfecho. Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura… ésta es la respuesta de Dios para tu necesidad.

“Vivirá vuestra alma”
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