El Vacío del Ser Humano
 

¿Cómo se llena ese vacío que siento?
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati A.


Quisiera compartirte el Salmo 23 también, un salmo muy conocido de las Sagradas Escrituras y poder entender en él la aplicación espiritual de cómo es Dios, el único que realmente puede llenar tu vacío. El Salmo 23 dice así:

“El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días”.

Cuando dice la Sagrada Escritura, Jehová es mi pastor, está diciendo: el Señor es mi pastor, el Yo Soy es el eterno, el Todopoderoso, el nombre de Dios siempre existente, él fue, él es y él seguirá siendo siempre el Yo Soy.

Yo soy hoy la solución para el vacío de tu alma, yo soy hoy la paz que necesita tu alma, yo soy hoy la felicidad que necesitas, el gozo verdadero, el descanso, el alivio, la libertad.

Yo soy, ese es el nombre real de Dios. Cuando está diciendo nada te faltará, está hablando de esa necesidad interna, de esa necesidad real, porque el hombre puede estar abundantemente lleno de dinero, de comida, inclusive buena ropa; sin embargo, por dentro puede sentirse la persona más miserable, más triste.

Jehová es mi pastor, nada me faltará, en lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará”. Dos palabras claves aquí: descanso y reposo.

El alma necesita descanso y reposo. Una de las grandes necesidades de todos nosotros, de nuestras almas, son descanso y reposo y, en estos días de ansiedad, en estos días de afán, de peligro, en estos días de tanto temor y terror, en estos días de tanta soledad y tanto vacío interno que llevan tantas personas dentro, Dios puede darte a ti el descanso y el reposo que necesitas para poder enfrentar la vida.

Confortará mi alma”.  Tal como dice el salmo 23 versículo 2. ¿Quién puede confortar el alma del ser humano si no es Dios?, ¿te fijas? confortar quiere decir: restaura tu alma.

El alma, cuando está sin Dios, se llena de odio, de rencor, de envidias, de celos, de miedos, de terrores, de depresión, de angustias; se llena de malos pensamientos y mala voluntad hacia los demás, se llena de inmoralidad sexual, de pensamientos perversos.

El alma queda vacía y el único que realmente puede restaurarla, que puede ayudarte a ver la necesidad de tu alma para cambiar y volverte a Dios, humildemente, reconociendo tu necesidad, y poniendo tu confianza en Él, es Dios, el que puede restaurar tu alma.

En otras palabras, crearla de nuevo, crearla de nuevo en Cristo, de tal manera que ahora tu alma en Cristo encuentre la paz que nunca tuvo. En Cristo tu alma encuentra el perdón que la misma religión no te puede dar, que tu alma encuentre en Cristo la tranquilidad y el reposo que necesita para vivir estos días tan difíciles que nos han alcanzado.

Que tu alma encuentre en Cristo el deleite verdadero y el gozo, que tu alma encuentre en Cristo el amor que tanto necesitas, el afecto que te faltó de tus padres, de tu esposo, de tus seres queridos, el amor que este mundo no te pudo dar, la paz que este mundo no te pudo dar, Dios te la puede dar.

Él puede restaurar tu alma y guiarte por sendas de justicia, por sendas rectas, una nueva forma de vida donde hay amor verdadero a Dios y a tu prójimo. Y dice el versículo 4: “aunque andes en valle de sombra de muerte”.

¿Viviendo en oscuridad?
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