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¿Quiénes serán tus hijos?
Su futuro está en tus manos



Como padres tenemos la gran oportunidad de servir de modelos a nuestros hijos y formarles el respeto por la libertad y la independencia, eso les creará una mente sana y, consecuentemente buscarán una vida saludable.

Lejos de buscar la corrupción y el egoísmo, comprenderán su misión en la vida, aplicando los valores y principios de moral y justicia que les harán sentirse satisfechos en cualquier situación a lo largo de sus vidas.


Estimado lector, el futuro de tus hijos está en tus manos, ¡prepárate! A continuación mostramos 15 principios básicos aplicables en la crianza de hijos:

I. Libertad para ser él mismo

 

Para que tu hijo aprenda a ser él mismo, permítele tanta libertad cuanta sea posible con arreglo a su edad, y que sea capaz de tener decisiones propias y elegir entre varias opciones, siempre que no peligre su seguridad física ni moral. 

II. Que tenga contacto con la naturaleza

La naturaleza está plagada de vida y de enseñanzas. Pon a tu hijo en contacto con los animales, las plantas y los fenómenos naturales. Que disfrute del sol y de la lluvia, del valle, de la montaña, del arroyo y llene todo su ser de naturaleza y de vida.

III. Dale esperanza en sus derrotas

Transmite a tus hijos la certeza de que jamás está todo perdido, que siempre hay alternativas y que se logra el éxito en la medida en que sabemos aprovechar los fracasos y no perdemos ni un instante en lamentaciones y derrotismo.

IV. Felicítalo y aliéntalo por sus buenas acciones

Elogia y alienta todas las buenas acciones más o menos meritorias de cada día y enseña a tus hijos a sentirse dichosos tras cada esfuerzo y conducta positiva. El niño que comparte hoy sus juguetes con otros niños o que se atreve a defender a un compañero maltratado, es el hombre del mañana cuyo proyecto de vida será hacer el bien a los demás.

V. Que aprenda a dominarse y tomar las cosas con calma

Enseña a tus hijos el autocontrol y dominio de sí mismos con tu ejemplo. Cada vez que vengan a ti llenos de ira, con conductas violentas o caprichosas, niégate a entablar discusión alguna usando palabras como estas: “Sólo cuando estés calmado y tranquilo, podremos hablar y entendernos. Jamás hablaré contigo si no estás sereno y dispuesto a respetarme como yo te respeto.” A los niños pequeños invítales a retirarse a su habitación mientras se calman sus nervios y se tranquilizan. No admitas el diálogo si no es con serenidad, respeto mutuo y modales civilizados.

VI. Que su pasión sean los valores

Comenta con tus hijos la belleza de las buenas acciones, habla con ellos de los valores y de la necesidad de cultivar las necesidades superiores de bondad, belleza, verdad, amabilidad y de cómo se puede encontrar la auténtica felicidad disfrutando cada día haciendo el bien y realizando el propio proyecto de vida.

VII. Optimista; un carácter positivo y con esperanza

Somos lo que son nuestros pensamientos. Enseña con tus actitudes y tu vida a tus hijos a pensar siempre de manera positiva y esperanzada. Como dijo el poeta libanés Khalil Gibran “Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar”.


 
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