Página 4


La Soledad, gran dolor de nuestra época
¿Aprender a vivir solos o animarnos a buscar relaciones?


Cómo vencer la Soledad

La Soledad es una situación que hemos de aspirar a convertir en transitoria y que conviene percibir como no forzosamente traumática, sino como un momento de nuestras vidas que nos concedemos a nosotros mismos para conocernos a fondo y encontrarnos sinceramente con nuestra propia identidad.

No queremos ignorar que la Soledad es necesaria en estos casos (momentos de reflexión personal), pero no debe afectarnos causándonos tristeza, dolor, llanto, pérdida de relaciones, egoísmo.

Equilibremos los momentos en que nos expresamos y atendemos a otros, y los que dedicamos a pensar, en soledad, en nuestras propias cosas.

A continuación señalaremos algunos pasos útiles para vencer esa

En la medida que sepamos ser un verdadero amigo para los demás, eliminaremos la Soledad de nuestras vidas.

Soledad no deseada, que provoca sufrimiento a nuestras almas

1. Diagnóstico. Identifique primero qué tipo de Soledad es la que está sufriendo y a qué circunstancias se debe.

2. Conózcase a sí mismo. Deje a un lado el miedo a mirar dentro de usted mismo, y enfrente la necesidad de saber cómo es: sus ilusiones y ambiciones, limitaciones y miedos, respóndase “quién quiero ser”, “cómo me ven”, “cómo me veo”.

3. Fuera la timidez. Tome la iniciativa para conseguir nuevas relaciones. Establezca qué personas le interesan, y elabore una estrategia para contactar con ellas.
 
4. No hay nada que perder. El miedo al rechazo es un freno para entablar nuevas amistades. El objetivo es importante, queremos eliminar la soledad de nuestras vidas, así que vale la pena intentar nuevas relaciones.
 
5. No pretenda ser la víctima. El mundo resulta en ocasiones cruel, vulgar y materialista, de acuerdo. Pero seguro que hay otras personas que pueden estar deseando conocer a alguien como usted.
 
6. Encerrarnos en nosotros mismos es reconocer la derrota. A la mayoría de las personas la Soledad nos hace daño, y nos sienta mejor tener con quién hablar, intimar y a quién querer.

7. Sea amigo. ¿Qué esperaría usted de un gran amigo? ¡Compórtese de esa manera! ¿Busca alguien con quien hablar? Escuche usted a los demás. ¿Busca compañía? Acompañe al que está abandonado.

Este artículo continuará en las próximas semanas. Pero antes de terminar esta primera parte, queremos invitarle a reflexionar en un sabio proverbio de las Sagradas Escrituras:
                                     
“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
y amigo hay más unido que un hermano.”
Proverbios 18:24


anterior
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©